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El himno deja de sonar

1.400 días después de la última eliminación, al Real Madrid se le rompió el idilio con la Champions

Vinicius se retuerce de dolor entre lágrimas justo antes de ser sustituido por Marco Asensio. Foto: Rubén Mondelo
Vinicius se retuerce de dolor entre lágrimas justo antes de ser sustituido por Marco Asensio. Foto: Rubén Mondelolarazon

1.400 días después de la última eliminación, al Real Madrid se le rompió el idilio con la Champions

El romance con la Copa de Europa se interrumpió de golpe. En veinte minutos, el Ajax anuló la ventaja del partido de ida y dejó al Real Madrid fuera de su competición preferida antes incluso de la llegada de la primavera. Las cosas han empeorado tanto en los últimos días que ni las notas de su himno talismán cambiaron los biorritmos de los blancos, a los que desde el tropezón ante el Girona todo les sale al revés. Son cuatro derrotas consecutivas en casa con dos goles a favor y diez en contra, un saldo imposible para mantenerse en la lucha por cualquier título. La última bala que le quedaba a Solari le explotó en el bolsillo sin tiempo ni siquiera para desenfundar.

El técnico tomó decisiones arriesgadas y ninguna le salió bien, con lo que su foto quedará ligada para siempre con el fin de una racha que parecía eterna. Tres Champions consecutivas con Zidane terminaron en la eliminación prematura de anoche, ante un equipo que se intuía inferior al Barcelona, pero que sometió al Real Madrid con la misma facilidad que los azulgrana y encima jugando bastante mejor según el libreto que dejó en herencia Cruyff.

La fiesta de los aficionados del Ajax era grande en lo más alto del fondo norte, mientras el Madrid ya sentía la nostalgia de los buenos tiempos en el continente. Se cumplían ayer 1.400 días de la última vez que los blancos quedaron fuera de Europa. Fue el 5 de mayo de 2015, en el mismo escenario y ante la Juventus de Morata, que abrió el marcador aquella noche. Los turineses sometieron al entonces campeón con Ancelotti en el banquillo para después pasar a ser el enemigo preferido y la víctima en una final y en otra semifinal.

Aquel fue el único paréntesis en cinco años con cuatro títulos que han permitido al Real Madrid superar los 1.000 días consecutivos de campeón, van por 1.012, y lo seguirán siendo hasta que el Wanda Metropolitano corone a su sucesor el próximo 1 de junio, pero ya nada será lo mismo.

Ayer el Real Madrid volvió de repente a 2010, la última vez en la que los blancos cayeron en octavos de final en aquella maldición que parecía que nunca terminaba. Desde entonces han sido cuatro semifinales y cuatro títulos para un campeón que ya reina sin corona y se enfrenta a una obligada reconstrucción. Una reforma que el primero que vio clara fue Zidane, cuando decidió dejar el proyecto en lo más alto. Cristiano también se fue y Lopetegui decidió aceptar el reto más complicado: seguir ganando sin él. Fracasó pronto y Solari, hace dos semanas, parecía ser capaz, pero el apagón ha sido generalizado y tan rápido que el verano en Chamartín comienza hoy, en busca de una plantilla revitalizada y con más gol.