Elecciones generales
Del hartazgo al enfado en Twitter
Los populares calentaron el ambiente con #PedroYaNoCuela y los podemitas lanzaron #ElVerdaderoDebate ante un PSOE ausente
La primera en la frente: nada más arrancar el cara a cara, Twitter no le perdonó a @sanchezcastejon que obviara la pregunta directa del moderador e intentara decir lo que tenía preparado. Y lo que tenía preparado era algo tan original como criticar que Rajoy no es amigo de las apariciones públicas. Una actitud que, en efecto, muchos ciudadanos le critican, pero que, con la que está cayendo -y con la que ha caído-, a muchos tuiteros les pareció un pecado menor. Primera señal de que la cosa no pintaba bien para el aspirante socialista, mientras las redes sociales escrutaban cada gesto y palabra de los contendientes. Y no fue la única señal. Como ocurre en todas las grandes ocasiones, la previa del cara a cara fue larga en Twitter. Los populares calentaron el ambiente promoviendo el hashtag #PedroYaNoCuela, con el que recordaban lo peor de la herencia socialista; los podemitas, escocidos por su ausencia del encuentro, lanzaron #ElVerdaderoDebate que, según ellos, sería el que enfrentaría a @Pablo_Iglesias con los poderes económicos; también los simpatizantes de @CiudadanosCs se hicieron notar con #StopPoliticaBasura, aunque sin relación directa con el debate ya que denunciaba el escrache de los antidesahucio y los actos vandálicos que sufrieron ayer. Pero ahí estaban.
¿Y la hinchada socialista? Ni rastro de ella en los trending topics de los prolegómenos ni durante la primera parte del debate, lo que no parecía vaticinar nada bueno para sus intereses en la obligada notoriedad en Twitter que todos los partidos perseguían con frenesí. Y eso que había gente para repartir: 94.000 usuarios lanzaban una media de 460 tuits por minuto justo antes de que arrancara el choque Rajoy-Sánchez. Y parece que los más activos eran quienes lo seguían con el hashtag de La Sexta #CaraACaraL6. «Ha tardado dos minutos en sacar a Bárcenas. Nivelón», comentaban muchos tuiteros cuando Sánchez usó, en los primeros compases, la chinita en el zapato del @PPopular. Para entonces, se registraban más de 7.000 tuits por minuto, incluidos los que lanzaba el propio perfil de @marianorajoy, cosa que no hacía el de su contrincante. Tema tras tema, interrupción tras interrupción, dato tras dato, y reproche tras reproche, a muchos tuiteros el cara a cara empezó a sonarles a ya visto, a conocido, y al «y tú más» tan característico de la política española. Tras el ímpetu inicial, a los 45 minutos de debate la actividad tuitera cayó a unos 3.600 mensajes por minuto, casi la mitad del inicio, pese a que el número total de autores subía ya hasta los 150.000. Tras la primera pausa, la decisión de Sánchez de entrar a saco en el ataque personal contra Rajoy a costa de la corrupción, cambió el incipiente hartazgo de la audiencia social por cierto disgusto. De hecho, el tono de las conversaciones empezó a ser negativo (50 %), frente a un 15 % positivo y un 35 % neutro. Está por ver si el aspirante socialista rentabiliza esa estrategia «ad hominem» en número de votos. Lo que ya no podrá evitar es el «todo vale» en lo que resta de campaña.
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