Elecciones generales
«Pedí disculpas a los medios por no aparecer desnuda»
Entrevista a Melisa Rodríguez , número uno de Ciudadanos por Tenerife
Se encontró la política por casualidad. Siempre había estado interesada por ella, pero nunca se había sentido representada. «En mi etapa de estudiante en la universidad, cuando sacaron ese famoso cartel de Albert desnudo, nos preguntábamos: ¿quién será este señor con este mensaje aquí en Cataluña?». Entonces, Rodríguez estaba estudiando arquitectura en la universidad de Barcelona y al finalizar su máster un compañero le animó a afiliarse en la isla, aún ni siquiera había agrupación y fue subiendo peldaños sin darse cuenta. «Nunca fue un objetivo personal mío el estar en política, creo en el proyecto y los afiliados me han pedido que esté aquí y por eso estoy». Conoció a Rivera en septiembre de 2014, cuando ya era coordinadora de Tenerife. Recuerda cuando constituyó C’s en su isla. «Le pedí disculpas a los medios por no aparecer desnuda, pero creía que había sido suficiente con Albert», recuerda como anécdota. Cree que Rivera ganó en ese momento, pero «yo no haría ese cartel me encuentro un poco más cómoda con ropa».
Diseñadora de joyas por afición dice que ella no es la joya del partido sino un «trocito más» de un grupo que tiene que funcionar cohesionadamente. «Hay joyas más potentes que yo, pero le pongo toda la dedicación». Y está convencida de que Rivera ya es «un diamante pulido, el futuro presidente del país y de los líderes con más carisma». Dice que ella es una persona «bastante honesta» y si consigue el escaño sería buena «para defender a la ciudadanía».
Arquitecta, siempre le ha gustado la edificación en pequeña escala, por eso quizá también «acabé en joyas». «Hay veces que me horrorizo ante ciertas arquitecturas del país, yo soy a una escala más reducida». Asegura que Ciudadanos sería el proyecto a escala reducida cuando se creó en Tenerife, ahora «estamos en una macro construcción» y sigue la «línea del paisaje, está integrado en la sociedad, responde a unos principios básicos de diseño de la política y tiene relación directa con la arquitectura», destaca. Se conoce el programa entero y cree en ello. «No podría representar algo en lo que no creyese. Sería como estudiar una asignatura por obligación, pero en esto es un placer». Le haría un diseño de joyas a Marta Rivera, (número 3 por C’s), pero a las mujeres de Rajoy o Sánchez dice «que me las compren». Algunos políticos de la isla tienen «piezas mías, y me las han comprado a mí, pero hay un partido político determinado que desde que opté por C’s no me compra directamente sino que lo hace en una tienda. O si llevan una pieza mía, se la quitan en la rueda de prensa, y luego se la ponen».
Dice que aún pasa desapercibida, otros ya le paran con el: «tu cara me suena» y tiene la sensación de que lleva en campaña desde marzo. Ha vivido en Londres (donde nació), Eslovenia (por Erasmus), India (donde dice que tiene su familia india) y Cabo Verde, donde colaboró con una ONG como monitora y pasó momentos que dice «fueron mágicos» con las tortugas marinas.
«En casa hablamos poco de política, pero mis padres me votan, soy su hija, ¡cómo no me van a votar!». «Intentan estar al margen, pero dicen que me votan porque tienen una hija en la que creen». «Si fuera estar por estar podría estar en otra formación política, que ya me lo han ofrecido». Defiende hasta los puntos más polémicos que puntualiza: «Hablamos de la regularización de la prostitución, no de su legalización» porque así «nos permite perseguir la trata de blancas; en Ciudadanos intentamos acabar con esa doble moral, porque es durísimo». Dice que siempre ha votado con papeletas en blanco en las que escribía: «No me siento identificada» y que ya «no me siento huérfana políticamente».
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