Elecciones Generales 2016
26-J. Hablan los candidatos
En el ecuador de la campaña los presidenciables cuentan a LA RAZÓN, en diez preguntas clave, cuál será su estrategia de pactos tras las elecciones
En el ecuador de la campaña, los presidenciables cuentan a LA RAZÓN, en diez preguntas clave, cuál será su estrategia de pactos tras las elecciones. Todos apelan al diálogo pero mantienen el bloqueo. Ninguno admite que se irá si sufre un peor resultado
La última semana de campaña seguirá marcada por el debate sobre los pactos postelectorales. Las encuestas publicadas y las posiciones de los partidos no despejan el bloqueo que ya dejaron las elecciones de diciembre. Al contrario, en el bloque del centro-derecha, Ciudadanos ha endurecido el enfrentamiento contra el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. Y la imagen que ha impuesto acorta aún más el margen para el entendimiento con el PP, al menos en la teoría de la lógica de campaña.
En la izquierda tampoco se vislumbra ningún resquicio para un pacto entre PSOE y Podemos. El acuerdo que no fue posible en diciembre se antoja imposible con un Pablo Iglesias con los votos y los escaños necesarios, según los sondeos, para reclamar la Presidencia del Gobierno. LA RAZÓN se ha dirigido a los cuatro candidatos para plantearles las diez preguntas que marcarán las semanas después de las elecciones y la investidura del próximo presidente del Gobierno. De las respuestas a estos interrogantes dependera, por ejemplo, si en la mesa de la negociaciónn se intenta colocar el nombre de Rajoy, aunque haya sido de nuevo el candidato más votado en las elecciones generales.
Las mismas preguntas a los cuatro, para contrastar el plazo en el que creen que tiene que haber acuerdo, las cesiones que están dispuestos a realizar para facilitarlo, sus prioridades si formaran parte de ese nuevo Gobierno, con qué partidos ven más afinidades programáticas o si el candidato más votado es el que debe liderar la formación de ese nuevo Ejecutivo, entre otras. Este ejercicio periodístico de comparar a los cuatro candidatos permite además juzgar a cada uno por sus intenciones, las que declaran y las que ocultan, es decir, la huida electoral de unos y otros. Mariano Rajoy es absolutamente coherente con la posición que lleva defendiendo desde diciembre, e incluso sigue sin ver sentido a presentarse a una sesión de investidura sin haber negociado antes los apoyos para sacarla adelante. Mientras que Albert Rivera, por ejemplo, admite que esa negociación la debe liderar el partido más votado, condicionándola a la regeneración. Con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, las respuestas no ocultan el pulso que amenaza con llevar al líder socialista a ser el protagonista de la crisis más grave que ha vivido el socialismo en democracia. Todos hablan de diálogo y acuerdo como mantra general. Y ninguno admite que estaría dispuesto a dar un paso atrás si su resultado electoral es peor que el de diciembre.
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