Gobierno de España
Rajoy espera que la presión sobre PSOE y C’s le haga presidente
En Moncloa, a diferencia del 20-D, no hay dudas de que formarán gobierno: «El veto a los 137 escaños es insostenible»
En Moncloa, a diferencia del 20-D, no hay dudas de que formarán gobierno: «El veto a los 137 escaños es insostenible»
En Moncloa llaman a la calma. La situación es «delicada», pero a diferencia de lo que ocurrió tras las elecciones del pasado diciembre, ahora el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y su equipo trabajan con la única hipótesis de que antes o después habrá un nuevo Gobierno de Rajoy, aunque en minoría. Hay movimientos de los empresarios, hay movimientos europeos y hay movimientos también internos dentro del PSOE y de Ciudadanos, advierten. Y Rajoy y su partido confían en que este contexto, y la falta de una alternativa, acabe despejando de una manera o de otra la investidura del líder popular.
En diciembre Rajoy sabía que no tenía ninguna oportunidad de formar gobierno. Ahora el presidente ha asumido en primera persona la negociación y los tiempos de la misma. Sin que ni siquiera sus colaboradores más próximos sepan a veces cuál va a ser el siguiente paso que va a dar el candidato.
Rajoyno quiere que se repita el «circo» de la pasada legislatura ni el juego político que sólo sirvió para que los partidos buscaran justificaciones a sus supuestos intereses electorales, explican sus colaboradores. También advierten en su entorno que tampoco va a desgastarse lanzando propuestas o planteando cesiones si lo que tiene delante es la negativa al diálogo. Irá «paso a paso», ejerciendo ese especial estilo de liderazgo que le ha cosechado muchas críticas de sus rivales, pero que hasta ahora le ha permitido ganar todas las batallas políticas a las que se ha enfrentado.
Rajoy va a trabajar en silencio, si por él fuera dando publicidad sólo a los resultados. Y salvo sorpresa, esta vez a Su Majestad Felipe VI le dirá que sí que asume el encargo de intentar la investidura. En Moncloa aseguran que Rajoy espera llevar ya cerrados los apoyos de otros grupos cuando le toque ir a ver al Rey en la ronda de contactos que éste abrirá. Pero para que el bloqueo empiece a desencajarse hace falta que pase tiempo y que «las cosas maduren». Rajoy no está interfiriendo en las decisiones internas de los otros partidos, ni ha contactado con las voces críticas dentro del PSOE con la estrategia de Ferraz, que sigue manteniendo el veto a la abstención, ni con los que cuestionan los vaivenes de Albert Rivera. Pero hay otros elementos de «presión externa» que ya están moviéndose, y la propia opinión pública, resaltan en el PP.
Su confianza en que esta vez no pasará lo mismo que en diciembre se apoya, también, en el hecho de que creen que el tiempo juega a su favor y en contra de los intereses de los otros partidos. «No hay alternativa y otras elecciones sólo puede beneficiarnos a nosotros», sentencian. El líder popular está muy activo en el terreno privado. Desde su entorno confirman que está hablando «con mucha gente», recabando de esta forma apoyos y promoviendo una corriente a favor de que se ponga en marcha un Gobierno lo más estable posible y cuanto antes. En estas conversaciones, Rajoy insiste en su disposición a ser flexible, en su apuesta por el diálogo y por buscar puntos de acuerdo que permitan que sigan en marcha las reformas económicas y políticas que requieren la situación del país y las demandas europeas.
Una gestión complicada
El gran interrogante es quién mueve primero ficha, si Ciudadanos o el PSOE. Y para eso Rajoy está a la espera de ver qué ocurre en el Comité Federal socialista del próximo sábado. Más allá de los obligados guiños a la gran coalición, Rajoy sabe que tendrá que gobernar en minoría. Si acaso, con apoyos puntuales de otros grupos y, dependiendo de su evolución, de Ciudadanos. Así que mientras espera a ver los próximos pasos de estos dos partidos, el presidente del Gobierno en funciones y sus colaboradores más estrechos ya dan vueltas a los equipos y a la estrategia más eficaz para afrontar una gestión que será muy complicada en el día a día.
El primer nombramiento de peso es el del presidente del Congreso. Y para la semana del 18 ya se habrán levantado suficientes cartas como para tener más pistas de los apoyos y de los tiempos. En Moncloa y en Génova se respira tranquilidad absoluta y una confianza total en que Rajoy gobernará. Ni una duda fuera de micrófono. «Costará más o menos, pero el veto a los 137 escaños es insostenible. Sólo debemos no cometer errores», aseguran.
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