23J

Sánchez fía La Moncloa a la «remontada»

El PSOE asume que «sale por detrás» en la campaña y busca movilizar al votante, azuzando el miedo a Vox y con la sobreexposición del líder

MADRID, 06/07/2023.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el acto de arranque de la campaña electoral del PSOE, este jueves en la Casa de Campo de Madrid. EFE/ Sergio Pérez
Arranque de la campaña electoral del PSOE,SERGIO PEREZAgencia EFE

Pedro Sánchez –en ejercicio de su potestad exclusiva como presidente del Gobierno– tomó la decisión de adelantar las elecciones generales como impulso reactivo al retroceso institucional que sufrió el PSOE el 28M. El presidente del Gobierno tenía varios objetivos con la activación anticipada de las urnas. La primera, pasar pantalla: amargar la luna de miel a Alberto Núñez Feijóo, que apenas ha podido disfrutar de la victoria de mayo. La segunda, cambiar el marco: de los pactos con Bildu que ensombrecieron la campaña socialistas en las municipales y autonómicas a las alianzas con Vox que los populares han tenido que armar para consolidar el poder territorial tras las elecciones. La tercera: ordenar el espacio a su izquierda: con un pacto exprés entre Sumar y Unidas Podemos y se enredaron lo justo en luchas intestinas. Y la cuarta: mantener activado a su partido para conseguir en julio un resultado mejor que el que hubiera obtenido en diciembre. Las tres primeras las ha logrado, la cuarta y si es suficiente para mantener el poder, se dilucidará el próximo 23J en las urnas.

Los socialistas son conscientes de que esta es una campaña «corta, especial e importante» en la que «salíamos por detrás», reconocen fuentes del partido, por lo que fían todas sus esperanzas de retener La Moncloa a lo que ya denominan internamente «la remontada». La prioridad reside en «impactar en millones de personas» y el diseño de la contienda se ha orientado en una ofensiva mediática, priorizando las apariciones en medios de comunicación y diferentes formatos, por delante de los tradicionales mítines de partido.

Los mensajes de dirigen en dos direcciones: por un lado, «seguir contando lo que hemos hecho, porque la gestión del Gobierno es nuestra base, la mejor carta de presentación»; y por otro, «desmontar las mentiras» que se han sembrado hasta ahora. El propio Sánchez ha abandonado la seguridad de La Moncloa de los últimos cinco años para fajarse en campo contrario y acudir a «entrevistas difíciles» o en aquellos formatos que desde su entorno consideran «hostiles» para «pinchar –la que denominan– la burbuja del antisanchismo». Una burbuja que se ha dejado crecer por omisión, asumen el error, y que aspiran a explotar con una sobredosis de exposición pública concentrada en tres semanas.

En el partido ya perciben los réditos de la gira mediática de Sánchez y la rentabilidad de los pactos entre PP y Vox. Hay movilización en el electorado progresista, que rentabiliza mayoritariamente el PSOE. El problema para las expectativas del espacio a la izquierda es que esta recuperación de los socialistas –que superarían ya el umbral psicológico de los cien escaños– se produce, en parte, a costa de Sumar. La formación de Yolanda Díaz se mantiene en la órbita de los resultados que obtuvo Pablo Iglesias en 2019, por lo que crecer a costa de su izquierda compromete la aritmética para revalidar la coalición.

Fuentes socialistas señalan que no van a variar su estrategia de trasladar que la única opción real para evitar el retroceso que supone un pacto entre PP-Vox es votar al PSOE, pero no creen que esto suponga achicarle el espacio a Díaz, porque creen que ella «tiene margen para hacer sus propuestas». «Nosotros estamos, sobre todo, enfocados en defender la gestión sin hacerle competencia en ese sentido», señalan las citadas fuentes.

Sánchez abrió ayer campaña en Madrid, junto a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y Juan Lobato, secretario general del PSOE-M, uno de los pocos mítines en los que participará durante la campaña. Hoy se rodeará de María Jesús Montero y Nadia Calviño, sus dos puntales económicos en el Gobierno, para presentar el programa electoral del partido.