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Sevilla

¿Era whisky o sólo unos refrescos?

Tres testigos de la nueva sesión del juicio a Ortega Cano aseguran que bebió alcohol, mientras que otros dos lo niegan

Ortega Cano, en la tercera sesión del vista por la muerte de Carlos Parra
Ortega Cano, en la tercera sesión del vista por la muerte de Carlos Parralarazon

Versiones antitéticas. Tres testigos aseguraron ayer que vieron a Ortega Cano, poco antes del accidente que le costó la vida a Carlos Parra en mayo de 2011, «tambaleándose» y otros manifestaron que el diestro estaba «normal» y no bebió.

Versiones antitéticas. Tres testigos aseguraron ayer que vieron a Ortega Cano, poco antes del accidente que le costó la vida a Carlos Parra en mayo de 2011, «tambaleándose» y otros manifestaron que el diestro estaba «normal» y no bebió. Ortega Cano mantuvo en su solapa la insignia dorada de la Virgen del Rocío que acompaña al diestro desde que arrancó la vista oral. Un par de declaraciones durante la tercera jornada del juicio desmontaron la línea de la defensa de Ortega Cano. De ellas, como poco, se aprecia que alguien miente, por lo que la jueza tendrá que deducir testimonio en algunos casos. Dos camareros del hotel bar La Alquería, donde paró antes del accidente, manifestaron que Ortega Cano estuvo bebiendo. Uno de ellos, Cristóbal R. O., que, por primera vez testifica en la causa, manifestó que le sirvió un whisky «Ballantines con cola» en «copa de balón», que ya «iba bajo los efectos del alcohol» y que «balbuceaba, se trababa e iba con los ojos rojos». Este camarero indicó que «siempre» que ha servido al diestro le ha puesto bebidas con grados.

Un segundo empleado también observó a Ortega «tambaleándose» y «mareado» y le vio con una copa «tipo balón», de las que utilizan para bebidas alcohólicas. Eran sobre las 22:05 horas, no mucho antes del accidente. El declarante especificó que en ocasiones trabajó en la finca Yerbabuena, pero que al saludarle ni le devolvió el gesto. «No era capaz de mantenerse vertical, iba trastabillando, con una bebida marrón oscuro con hielo en una copa de balón, especificó. «Achispaete», fue una de las palabras que utilizó para describir el estado del ex matador. Según el testigo, Ortega Cano tuvo problemas para abrir la puerta de su coche y al día siguiente oyó al gerente decir que «había visto al maestro como nunca», al punto que «su señora le ofreció una cama para que se quedara». Este camarero también dijo que siempre que le atendió, en su finca o el bar, le puso alcohol. Acostumbraba a beber whisky y, por las mañanas, «vino o manzanilla dulce», dijo. Aseveró que «no le he servido nunca Coca-Cola o Aquarius», lo que el diestro declaró que acostumbra a beber.

Pilar R., que vio al torero salir de La Alquería, quedó sorprendida por «el estado en que iba, tambaleándose», y «pensó que había bebido» porque era algo «notorio». «Tenía una cogorza como un mulo», aseguró la declarante que le comentó al gerente, quien, cuando testificó, negó que Ortega ingiriera alcohol. Según José A. M., que afirmó que la copa de balón era suya, «tenía mucha prisa» y tomó «una Coca-Cola con hielo en vaso de tubo, que además dejó casi entera». El torero le dijo que «estaba cansado y quería ir a su casa». Estaba «totalmente normal» y «para nada borracho». «Hablamos en la barra, no sentados, pero poco porque tenía prisa», manifestó, añadiendo que «normalmente tomaba Coca-Cola», aunque un mes antes del siniestro lo vio tomar un vino «oloroso».

Estanislao M. M., quien aquel día invitó a su casa de Villaverde a la hija del imputado, corroboró la versión del gerente de La Alquería. No tomó «nada de alcohol», sino refresco de cola «y montaditos». «Lo vi en condiciones totalmente normales», pasando incluso por calles estrechas con coches en doble fila sin problemas. Por contra, Rocío S.S., que llamó al 112 al cruzar con Ortega en la carretera, yendo de copiloto, comentó que «tenía miedo, vi riesgo de accidente». Un bombero, el médico de guardia y el conductor de la ambulancia no olieron a alcohol cerca de Ortega, aunque la «prioridad» era su vida.

«Un caso más»

El torero defendió su inocencia en sus breves declaraciones antes de entrar al juzgado. Ortega Cano, y después su letrado, insistió en que no bebió alcohol el día del accidente. «Que tengan en cuenta que ha sido un accidente de los muchos desgraciados que hay en España». A petición de la defensa del diestro, se solicitó un careo entre dos testigos que ofrecían relatos contradictorios. Cada uno corroboró el suyo, entre la embriaguez y la abstinencia. Como el abogado de Ortega, Enrique Trebolle, reconoció después, «uno está mintiendo».