A. Rojo
1,6 millones de indecisos de PSOE y Cs decidirán la gobernabilidad
Un 10,1% aún no sabe a quién votar. Los electores que más claro tienen su voto de cara a las generales son los del PP y los de Vox
Un total de 3,7 millones de españoles se muestran indecisos ante el 10-N. Tienen poco menos de una semana para deshojar la margarita de su decisión; ¿votar, o no votar?, y si voto, ¿a qué partido? ¿Al mismo que voté el 28-A o a otro?
Esta semana es muy intensa en acciones para pedir el voto, la efectividad de estos mensajes movilizarán o desmovilizarán a parte de este importante colectivo. Llegados a la jornada de reflexión o incluso camino del colegio electoral se toman cada vez más decisiones. Hace unos años las opciones eran menos y las diferencias más claras, había más espacio político entre los diferentes partidos. Hoy todo ha cambiado y la gran oferta electoral al tiempo que similitudes o cercanía entre opciones políticas hace que la labor de elegir sea cada vez más compleja. Durante décadas a la gran mayoría de españoles que no viven en regiones con tensión territorial se le ofrecían básicamente las dos opciones del bipartidismo pero el ciclo electoral abierto con la irrupción de Podemos en las europeas de 2014 puede considerarse el punto en el que se produjo un giro copernicano en nuestro sistema de partidos.
Los votantes de las cinco principales formaciones políticas de ámbito nacional (PSOE, PP. CS. UP y Vox), representaron 22,5 millones de papeletas el pasado 28-A, el 85,9% del total del voto válido emitido.
Hoy, del total de 3,7 millones indecisos, 2.3 millones fueron votantes de estos partidos y muestran sus dudas de repetir o cambiar el voto o de no acudir a votar.
Los partidos más afectados son Cs y PSOE; 935.000 votantes naranjas y 728.000 socialistas, dudan de qué opción elegir. Este significativo montante de electores (1,66 millones) tendrán en sus manos el futuro político de Albert Rivera, que seguramente tendrá que enfrentarse a severas presiones dentro de su partido para que deje paso a Inés Arrimadas al frente de su partido. Esta cantidad de votantes representa nada menos que el 22,5% del voto de Cs y el 9,7% de los votantes del PSOE. Le sigue electorado de UP, con 311.000 indecisos, que representan el 8,3% del voto morado.
Por el contrario, los dos partidos que más se fortalecen desde el 28-A: PP y Vox, cuentan con un porcentaje de indecisos mucho menor; el 5,9% en el caso de los populares y del 3,4% entre los votantes de Abascal.
Un baile de votos de última hora de estos votantes podría recortar sus actuales expectativas, votar a otras opciones políticas o abstenerse haría variar los actuales pronósticos. Entre socialistas y morados, las dos principales opciones además de la de repetir el voto del 28-A, es la abstención o Más País. Mientras que entre los naranja, más de la mitad de indecisos contemplan la posibilidad de votar al PP o abstenerse.
La jornada de reflexión de estas elecciones cobrará mas importancia que en anteriores ocasiones, dada la enorme cantidad de electores indecisos y será decisiva para mantener el bloqueo o permitir que alguno de los dos bloques alcance una mayoría amplia. Y si se produce una escalada de violencia en Cataluña, PP y Vox serían los más beneficiados al ser los partidos que apuestan por una mayor contundencia con el independentismo.
El otro punto que dirimirá a qué dirección se inclinará el fiel de la balanza política el 10 de noviembre será el debate a cinco que tendrá lugar hoy mismo en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. Si el debate entre los principales candidatos siempre es crucial lo cierto es que en una campaña electoral de tan solo una semana su peso específico se ve reforzado claramente. A buen seguro la mayor parte de esos 3,7 millones de indecisos de todos los partidos estarán pendientes hoy de sus pantallas para tomar la decisión que configurará el equilibro de poder en el nuevo Congreso de los Diputados.
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