Unión Europea
«Spexit», eurofobia sin base social
Los expertos alertan del peligro de fenómenos que nacen al calor de sentencias judiciales y minimizan su impacto en un país con gran tradición comunitaria como España
¿Qué es el Spexit?
«Spexit», «spaxit» o «spainexit». Estos tres neologismos vendrían a definir la salida de España de la Unión Europea. Creados a partir de la unión de dos palabras abreviadas en inglés: «Spain», que significa «España», y «exit», que se traduce como «salida». El «brexit» hispano. Empezó a correr como la pólvora esta semana tras conocerse la interpretación que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en torno a la inmunidad de la Oriol Junqueras como europarlamentario y las consecuencias que ello podría tener sobre su situación penitenciaria y, también, sobre el futuro de otros líderes del «procés» fugados de la Justicia española como Carles Puigdemont y Toni Comín. «Una nueva humillación más que la UE inflige contra nuestro país. Protegen y enaltecen a quien ha dado un golpe de estado. Los eurofanes seguirán defendiendo este macabro chiringuito, son traidores que reniegan de su país, pues los amigos de mis enemigos, son también mis enemigos», publicaba en Twitter la Plataforma «Spexit» en un mensaje acompañado por la imagen de Puigdemont y Comín en el interior del Parlamento europeo. Tras conocerse la decisión del TJUE sobre Junqueras, los impulsores de este movimiento llamaban a actuar: «Buenos días España. Ante este nuevo ataque contra nuestra soberanía, nacemos para decir que esto se ha acabado, que queremos ser un país libre y no una colonia de los Merkel, Macron y cía. Logremos, por fin, la libertad de la nación española. Bienvenidos al spexit».
¿Qué penetración puede tener este fenómeno en España?
Según la politóloga Verónica Fumanal, «sería oportuno saber si la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea no hubiera dado la razón a Junqueras con el tema de la inmunidad, si hubiera surgido un tipo de movimiento en este sentido». Según su análisis, es «peligroso» que algunos políticos reaccionen «en función de cómo sean las sentencias judiciales» e introduzcan en el debate discursos eurófobos. A juicio de Eduardo González Vega, consultor en el Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político, lo sucedido esta semana demuestra hasta qué punto ha fallado en España el relato europeo: «Con la polarización de las sociedades y el auge de los nacionalismos surgen fenómenos como el “Spexit”. Sí podría tener penetración en la agenda mediática, porque es un tema que genera interés, divide opiniones en dos grupos, y esos contrastes generan audiencias en el sector de la comunicación. Pero a día de hoy, en España la eurofobia no es la bandera principal de ningún partido político, y nuestro euroescepticismo es menor que en otros países. Incluso desde Vox se habla de “cambios o salida en la UE”, no solo de salida. Sí parece que es un tema que puede permitir diferenciación en los proyectos políticos de nuestros partidos, por lo que veremos si alguno apuesta decididamente por ello». En eso coincide Fumanal: «Esta sentencia no va a suponer una revuelta anti europeísta».
¿A quién beneficia la polémica en torno a una posible salida de España de las instituciones europeas?
Según los expertos, aún es pronto para pronosticar cómo evolucionará el «Spexit». «Al no haber una clara eurofobia en España a día de hoy, no está tan claro a qué partido puede beneficiar el “Spexit”. Vox ha dado los primeros pasos con sus últimas declaraciones, y podría apoyarse en esta estrategia, pero si la utiliza también ayudaría al PP en su intento de diferenciarse de Vox, por lo que es un asunto delicado. De momento parece que el partido de Abascal ha aprovechado la situación judicial para lanzar un globo sonda, con el objetivo de estudiar posibles acciones futuras sobre el “Spexit”». Fumanal sí considera que Vox puede rentabilizar este debate: «En España hay un gran consenso respecto a la vocación europeísta de nuestro país. Por ello un debate antieuropeísta únicamente favorecería los intereses del único partido que se posiciona en su contra». En todo caso, «más que el asunto en sí mismo», sostiene González Vega, «el beneficio estará en aquel que sea capaz de colocar el marco informativo para que se trate el tema según su perspectiva. Si el debate es “Spexit” sí o no, beneficia a quien promueva la salida de la UE, pero si el debate es sobre el nuevo modelo de la UE, ayudaría a quien defienda el europeísmo. Lo que decide, en gran parte, la opinión de la sociedad es cómo se plantea el debate».
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