Pedro Sánchez

Sánchez se verá con Torra pese a su inhabilitación

El presidente se aferra a que el Supremo no resolverá el recurso en el corto plazo y se reserva junto a Calvo la gestión de Cataluña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció ayer ante la prensa tras informar al Rey para comunicar los nombres de los futuros ministros que compondrán su Gabinete. Foto: Gonzalo Pérez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció ayer ante la prensa tras informar al Rey para comunicar los nombres de los futuros ministros que compondrán su Gabinete. Foto: Gonzalo Pérez© Gonzalo Pérez MataLa Razón

Pedro Sánchez no está dispuesto a que el incierto horizonte judicial al que se enfrenta Quim Torra, por la colocación en el Palau de la Generalitat de lazos amarillos durante la campaña electoral, frustre sus intentos de destensar el «conflicto político» en Cataluña. La llamada que ambos mantuvieron el pasado miércoles quedó superada –pasando casi desapercibida– por el aluvión de nombres de futuros ministros que comenzaron a filtrarse inmediatamente después. Poco trascendió de un intercambio telefónico de apenas siete minutos en el que se reafirmaron en la necesidad de fijar una reunión cara a cara «cuanto antes», sin reparar en la controvertida situación en la que se encuentra inmerso el presidente de la Generalitat. El Tribunal Supremo avaló la semana pasada la inhabilitación de Torra, fijada por la Junta Electoral Central (JEC), rechazando así la suspensión –en forma de medidas cautelarísimas– solicitada por el president.

En Moncloa hacen oídos sordos a esta cuestión, a la que «no dan importancia», y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo confirmó ayer en una conversación informal con los periodistas, en la que anticipó que la reunión con Torra será antes de que el Supremo se pronuncie, una decisión que espera que no se produzca en el corto plazo. «Su situación no se va a aclarar hasta más adelante», aseguró. En el Gobierno, siempre bajo el amparo del Estado de Derecho, respaldan la tesis de la Generalitat de que el Alto Tribunal sólo ha fallado sobre las medidas cautelares, pero no sobre el fondo jurídico de la condena por inhabilitación, por lo que hasta que esto se produzca Torra sigue ostentando esta condición a todos los efectos y entrará dentro de la ronda de contactos que Sánchez tiene previsto iniciar con los presidentes autonómicos, una vez que la legislatura eche a andar.

Por dilucidar está todavía si la cita será en Madrid o en Barcelona –algo que depende las «agendas»– y si será tan inminente como pretende la Generalitat, una aspiración que Moncloa dejó en «stand by» a la espera de la formación de Gobierno. En todo caso, se prevé que sí se produzca con carácter previo a la configuración de la mesa entre gobiernos que se pactó con ERC en el acuerdo de investidura. Una demanda del Govern, que Sánchez no rechaza de entrada.

Tratándose de un tema tan capital, en Moncloa no están dispuestos a ceder las riendas de la gestión de la cuestión catalana, que ya asumieron en la pasada legislatura. Serán tanto el presidente como la vicepresidenta Carmen Calvo quienes sigan pilotando en primera persona esta negociación, que –no obstante– sí tendrá otras derivadas en lo que respecta al ministerio de Justicia e, incluso, al de Sanidad, dado que a su titular, Salvador Illa, –secretario de Organización del PSC y negociador del acuerdo con ERC– se le otorga un peso político específico que «va mucho más allá» de la cartera que detentará en el Gabinete. El papel del Ministerio de Política Territorial estará más enfocado a la relación con la totalidad de las Autonomías y no tanto en Cataluña, pilotando la convocatoria de las Conferencias de Presidentes que se celebrarán con carácter anual.

En su declaración institucional ayer ante los medios, tras comunicar al Rey la composición del nuevo Ejecutivo, Sánchez afirmó que esta nueva legislatura será «la del diálogo social, territorial y generacional» y quiso dejar claro que el primer Gobierno de coalición de la democracia será «plural», asumiendo que tendrá «diversas voces» pero con «una sola palabra», haciendo así una clara llamada a la unidad de acción entre todos sus integrantes. El presidente definió su Gabinete como «activo, ejecutivo y resolutivo» y tuvo también un recuerdo y un agradecimiento para aquellos ministros que no continúan, argumentando que su salida se debe a que «cada etapa exige nuevas circunstancias y nuevos perfiles». Sánchez comparecerá ante la prensa mañana tras el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno, cuando un mes después volverá a someterse a las preguntas de los periodistas y expondrá las líneas de actuación del Gabinete.