Cataluña

Valls dice «no» a Cataluña Suma

Frialdad con la propuesta del PP para confluir Los populares sumarán independientes a su lista

Manuel Valls en una imagen de archivo
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Pablo Casado insiste en la idea que ya planteó en las pasadas elecciones. La fragmentación del voto de la derecha pone fácil las cosas a la izquierda. Lo hizo ante Susanna Griso en «Espejo Público» de Antena 3: no hay conversaciones, pero sí deseo de «una convergencia democrática constitucionalista». Casado puso como ejemplo Murcia, Madrid o Castilla y León, aunque no dijo que en estas comunidades los tres partidos de la derecha se presentaron en listas separadas, y defendió esta suerte de Cataluña Suma para que «las instituciones gobernadas por el PP sean el valor refugio frente a este Gobierno radical y ultra».

La propuesta de Casado vuelve a la palestra porque en Cataluña las elecciones serán antes del verano, según apuntó ayer LA RAZÓN, aunque todo dependerá de las prisas del Supremo para analizar los recursos de Torra condenado por el TSJC y con la decisión de la JEC de despojarlo de su acta de diputado. Sin embargo, la Fiscalía deja en manos del Supremo la última decisión y a ella se aferra Torra para no convocar elecciones. Sin embargo, Casado no expresó una idea similar para Galicia o el País Vasco, comunidades que celebrarán elecciones también en este año, pero donde no cuenta con el respaldo ni de Alfonso Alonso ni de Alberto Nuñez Feijóo.

La idea de Casado fue recibida con frialdad. Si bien es cierto que incluso Ciudadanos piensa que «el constitucionalismo está débil», no comparte la idea que plantea el líder del Partido Popular porque sus perspectivas electorales están muy encima de las posibilidades del PP ya que todas las encuestas les sitúan por encima de los populares, aunque recibiendo un severo castigo en las urnas, y no esconden la suspicacia de que «el PP trata de erosionar con este tipo de propuestas». Tampoco los grupos que están construyendo una alternativa desde el nacionalismo moderado, como Lliga Democràtica impulsada por Astrid Barrio y Josep Ramón Bosch, la han recibido positivamente. Y menos aún Manuel Valls, que critica con dureza el acercamiento del PP a Vox. De hecho, Valls está tanteando la posibilidad de presentarse a unas elecciones catalanas en «una plataforma transversal», con un discurso alejado de la extrema derecha. Además, según fuentes conocedoras de sus planes, Valls se plantea dar un salto a la política española, en un modelo de expansión que ya puso en marcha Ciudadanos.

A estas negativas cabe sumar la de Vox, que siempre ha rechazado los cantos de sirena del líder popular. Con todas estas negativas, a Casado solo le queda el camino de sumar personalidades independientes a su proyecto, con lo que colisionará con los movimientos que realizan el resto de fuerzas constitucionalistas. Sociedad Civil Catalana mantendrá esta semana encuentros con Ciudadanos, PP y PSOE, manteniendo su independencia y su equidistancia con las fuerzas constitucionalistas. De hecho, la última asamblea de SCC apuesta por «multiplicar el activismo social» e «implicar a SCC como actor importante que haga de argamasa entre los partidos constitucionalistas» para «impedir un gobierno independentista». Sin embargo, SCC no pretende ser un referente partidista en el mundo constitucionalista porque en su dirección se encuentran personas de diferentes tendencias.

A pesar de la negativa generalizada y del escaso éxito de la iniciativa, Casado es consciente de que al plantearla revitaliza al Partido Popular que tocó suelo en las pasadas elecciones obteniendo cuatro diputados. La presencia de Vox amenaza esta representación junto con otras ofertas como la de Valls y Bosch, a pesar del hundimiento de Ciudadanos.

A diferencia del resto de España, como apuntaba la última encuesta de LA RAZÓN, un 20% de los votantes de la formación naranja votarían al PSC. Además, hay que tener en cuenta que los partidos constitucionalistas, a excepción de los socialistas, registran malos resultados en Lérida, Tarragona y Gerona, circunscribiendo su músculo a Barcelona, a tenor de las últimas elecciones generales.