Fiscalía General del Estado
Delgado asciende al ex presidente de los fiscales progresistas
Coloca a Álvaro García jefe de la Secretaría Ténica en su debut Pumpido ejerció como padrino en su toma de posesión
Dolores Delgado tomó ayer posesión como fiscal general del Estado apadrinada por Cándido Conde-Pumpido, magistrado del Tribunal Constitucional y quien ocupó también ese mismo cargo, en un acto celebrado en el Tribunal Supremo, presidido por Carlos Lesmes, al que acudió el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, así como los principales representantes de la Fiscalía, magistrados del Supremo, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de al Vega, vocales del Consejo General del Poder Judicial y tres ex responsables de la Fiscalía: María José Segarra, Julián Sánchez Melgar y Consuelo Madrigal. Campo fue el único representante del Ejecutivo.
Nada más terminar el acto, de apenas unos minutos, Delgado tuvo una primera toma de contacto con fiscales en la sede de la Fiscalía General del Estado, donde tuvo palabras de reconocimiento al trabajo desarrollado por su antecesora en el cargo, María José Segarra, presente en el acto, y donde abogó por fortalecer la institución del Ministerio Público para que pueda así prestar un servicio público moderno, para lo cual es necesario que cuente con los medios necesarios. «Debemos hacer visible a la sociedad el trabajo diario de los Fiscales, hay que ser capaces de transmitir lo que hacemos y por qué lo hacemos para que la sociedad esté orgullosa de esta institución», señaló.
De forma inmediata se ha puesto manos a la obra y ya tiene decidido su primer cese y nombramiento: Álvaro García será nombrado fiscal jefe de la Secretaría Técnica en lugar de Fernando Rodríguez Rey, quien fue designado por María José Segarra. Álvaro García, hasta ahora, era fiscal delegado de Medio Ambiente en Galicia y miembro del Consejo Fiscal por la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Tiene una gran sintonía con Dolores Delgado y fue presidente de la UPF, asociación en la que coincidió con la ya fiscal general. Su propuesta tiene que ser aprobada por el Gobierno, algo que puede tener lugar el próximo martes.
No se trata de un nombramiento baladí, ni mucho menos, pues aparte de lo que significa ese cargo en sí mismo -la Secretaría Técnica es el principal órgano de apoyo del fiscal general- ya que su designación lleva aparejado el ascenso a la categoría de Fiscal de Sala, es decir, a la cúpula de la Carrera fiscal. De esta forma, integrará la Junta de Fiscales de Sala, que es el órgano encargado de resolver las discrepancias que puedan surgir respecto a una instrucción concreta del fiscal general a un subordinado, siempre que éste plantee el artículo correspondiente del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, lo que, en todo caso, es muy infrecuente que suceda.
Este relevo en la Secretaría Técnica era algo que, según señalaron a este periódico fuentes fiscales, «era mucho más que un rumor» dentro de la propia Fiscalía General. «La semana pasada ya se comentaba, y por eso no ha sido una sorpresa, sino algo esperado». De hecho, Rodríguez Rey ya confirmó hace unos días a compañeros de la Fiscalía General que dejaría ese puesto. Con el nuevo nombramiento, destacaron al respecto, «ya se puede ver la línea que va a seguir la fiscal general», y establecieron una diferencia más que notable con el relevado: «Los dos están más que preparados profesionalmente, pero Álvaro García está mucho más ideologizado que Rodríguez Rey, de eso no cabe duda».
Los nombramientos del teniente fiscal del Supremo, plaza para la que es previsible que se renueve a Luis Navajas hasta que se jubile en diciembre, del Jefe de la Inspección, «un cargo más que importante», y los tres fiscales de Sala del Supremo marcarán la línea en política de nombramientos de Dolores Delgado.
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