Accidente aéreo
“Tres accidentes en medio año no parecen ser casualidad”
El que fuera jefe de la Patrulla Águila hasta hace escasos meses, Rubén Pérez, analiza el accidente de ayer del C-101
Una punta de lanza formada por siete círculos sobre fondo azul es, junto al lema “San Javier. Ciudad del Aire”, la imagen institucional de este Ayuntamiento murciano y no es algo gratuito, porque San Javier, y su pedanía de La Ribera, donde se ubica la Academia General del Aire (AGA), sienten como suyos a los alumnos que se forman desde hace décadas en la aviación militar.
A primera hora de la tarde de este jueves cayó al Mediterráneo, frente a una playa de La Manga, uno de los 65 biplaza C-101 con que cuenta el Ejército del Aire en sus instalaciones de San Javier pilotado por el comandante Eduardo Fermín Garvalena, que ocupaba el puesto 5, o “solo”, en la formación de siete de la Patrulla Águila.
La muerte de este militar, de 38 años, nacido en Granada y padre de tres hijas, silenció la comarca del Mar Menor y toda la Región de Murcia porque eran demasiado recientes los siniestros de agosto y septiembre pasados que costaron la vida a cuatro pilotos miliares. “Tres accidentes, en medio año, no parecen ser casualidad”.
Es lo que opina el que fuera jefe de la Patrulla Águila hasta hace escasos meses y hoy concejal de Seguridad en el ayuntamiento de San Javier, Rubén Pérez, que en el año 2005 fue instructor de vuelo en el "mirlo", como se conoce a estos aviones, del comandante Garvalena y con quien coincidió en 2018 en la agrupación acrobática cuando él era su líder y el militar fallecido ayer era piloto reserva.
En declaraciones a EFE este viernes, el exmilitar subraya que atribuir estos tres accidentes mortales a la antigüedad de los aparatos es hacer una “lectura superficial” de lo ocurrido, porque, según él, “hay que analizar muchos otros factores no solo relacionados con la mecánica”.
Para el exjefe de la Patrulla Águila, las condiciones en que se encuentran los aparatos "pueden ser, pero en ningún caso son determinantes", y apunta: "Hay que hablar de la presión a la que son sometidos los pilotos, de los vuelos que se programan, de las otras muchas tareas a las que tienen que hacer frente... Son muchos factores, muchos, y los jefes tienen que sentarse con los pilotos y ver qué pasa, en qué condiciones salen a entrenar".
Rubén Pérez, con la “libertad para hablar” de la que goza una vez abandonado el Ejército, repite que lo ocurrido en los últimos meses “no es justo para los pilotos ni para los que estamos aquí”, porque San Javier y sus militares “son una misma cosa”.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, se desplazará el lunes a la Academia del Aire y se entrevistará con los mandos. De ese encuentro no espera gestos de reproche por el estrés profesional de los pilotos. "Obviamente, no".
Sobre el hallazgo esta mañana del asiento y los restos del piloto fallecido, y las causas que le impidieron eyectarse del biplaza, su instructor explica que “no es tan sencillo” ejecutar la eyección en algunas maniobras acrobáticas, porque, “si te pilla, por ejemplo, con la palanca hacia atrás, no puedes accionar el botón de eyección que está justo detrás”.
El Ayuntamiento de San Javier suspendió ayer los actos de carnaval que iban a tener lugar esa misma tarde en La Ribera y este viernes ha decretado luto oficial por la muerte de uno de sus pilotos. EFE
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