Alberto Núñez Feijóo

Ciudadanos pidió a Feijóo dinero, asesores y una consejería

Las negociaciones de última hora naufragaron definitivamente el pasado viernes por las exigencias planteadas por la delegación naranja

Feijóo proclama que su gobierno consiguió que "Vigo siga siendo Vigo" al "preservar su economía y su industria"
El presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, durante su intervención ayer en Santiago de Compostela / Europa PresslarazonEUROPA PRESS

Las negociaciones de última hora entre el PP de Galicia y Ciudadanos (Cs) naufragaron definitivamente el pasado viernes por las exigencias planteadas por la delegación naranja, que encabeza Beatriz Pino. Pino ganó el pulso regional al candidato de Francisco Igea, alternativa nacional de Inés Arrimadas, por tan solo 16 votos. A pesar de esta mermada representatividad, Pino planteó la negociación desde posiciones maximalistas, según se quejan los populares gallegos. Después de una conversación el pasado jueves, el viernes se produjo la última reunión, y desde entonces Cs no ha vuelto a ponerse en contacto con el PP gallego.

El planteamiento de Arrimadas de que la exigencia de un acuerdo responde a la necesidad de ir juntos PP y Cs para hacer frente al nacionalismo, tanto en Galicia, País Vasco como Cataluña, se quedó reducido en la mesa de negociación gallega al pulso planteado por Pino para tener representación, dinero, asesores y hasta puestos en el Gobierno gallego. A pesar de que Cs no tiene estructura orgánica ni representación en el Parlamento autonómico.

La delegación de Ciudadanos planteó inicialmente que su cuota en las listas de Alberto Núñez Feijóo pasaría después de las elecciones al grupo mixto. Fraude, según el PP, que fue rechazado en la mesa de negociación. Después empezaron a pelear por el porcentaje de dinero que les correspondería y su capacidad para nombrar asesores en el grupo parlamentario que lidera el actual presidente de la Xunta, y que aspira a revalidar la mayoría absoluta.

También plantearon tener un diputado por cada provincia, exigencia que no se corresponde con su fuerza en Galicia, y que podría poner en peligro la mayoría absoluta de Feijóo en el día a día de la gobernabilidad de la Xunta, según los populares. Los puestos de la lista que son elegidos como consejeros abandonan el escaño y corre la candidatura.

Por último, en liza entró la petición de Pino de garantizarse un puesto en ese nuevo Gobierno gallego, a lo que el PP respondió diciendo que Feijóo no reparte su gobierno en la mesa de partidos ni entra en repartos por territorios ni cuotas de partido. En las listas del PP gallego si ha tenido cabida como suplente el ex coordinador de Ciudadanos en Galicia.

Finalmente, el PP gallego concurrirá en solitario, y Ciudadanos, también. Feijóo se juega su mayoría absoluta, aunque todas las encuestas coinciden en señalar que mantiene esa ventaja respecto a la izquierda y su alianza con los nacionalistas. La clave es qué pasa con Vox, y si entra o no en el Parlamento gallego. En la actualidad no tiene ningún representante. Ciudadanos también se juega su supervivencia en esta comunidad autónoma en un momento en el que todos los sondeos coinciden en señalar que las siglas están en caída libre.