Coronavirus

Torra se declara en rebeldía por el coronavirus

Evita rubricar un manifiesto conjunto y responde que tomará unilateralmente las medidas que considere

«Unidad de acción». Esta es la máxima que desde el Gobierno se demanda y se espera de las Comunidades Autónomas y así se les pidió explícitamente por parte de Pedro Sánchez durante la videoconferencia que mantuvo ayer con los presidentes de todas ellas. De las 17 regiones y dos ciudades autónomas, más de la mitad –10–, están lideradas por partidos de distinto signo al del Ejecutivo de coalición y desde estos feudos han surgido las principales voces discordantes con la estrategia de Moncloa. El mayor foco de confrontación ha venido en concordancia con el epicentro del virus dentro de España: por parte de Cataluña y la Comunidad de Madrid, y en menor medida desde el País Vasco. Las críticas de Quim Torra y el lendakari Iñigo Urkullu, que se incorporan a un foro de presidentes tras dejarlo desierto en 2017, obedecen al intervencionismo en sus competencias que acarrea que el estado de alarma ubique el «mando único» en Moncloa, mientras que Isabel Díaz Ayuso demanda medidas de confi namiento más severas en Madrid. Según fuentes gubernamentales, salvo estos casos, los máximos responsables de las autonomías han hecho saber al presidente que actuarán en sus territorios con responsabilidad y lealtad en la aplicación del Real Decreto de Estado de Alarma, que entró en vigor en la medianoche del sábado. Fuentes presentes durante la videoconferencia aseguran que el clima ha sido bueno, salvo la habitual «salida de tono» del presiente de la Generalitat.

Es más, todos los líderes suscribieron un comunicado conjunto que el president evitó rubricar. En todo caso, otras fuentes consultadas reconocen que se comportó «mejor de lo que esperaban». Torra criticó que «en vez de buscar colaboración, se haya optado por la imposición y la confi scación de competencias» por parte del Gobierno, algo que –entiende– sólo sirve para «recentralizar competencias y no para frenar la propagación del coronavirus».

El president advirtió de que de la situación requiere iniciativas «más duras» y anticipó que la Generalitat «continuará tomando las medidas que considere oportunas para garantizar la salud y el bienestar de la ciudadanía». Una suerte de actitud de rebeldía que va en la línea de decretar también un «paro de país» y aconsejar a los catalanes que se «autoconfinen tan pronto como sea posible». En la misma línea dura se manifestó la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que según las fuentes consultadas ha destacado la «gravedad de la situación de Madrid» pidiendo también el cierre total de la región. Desde el Gobierno se asegura que se «analizarán» las propuestas remitidas por las diferentes comunidades, siempre en función del «dinamismo» con que evoluciona el virus y también en base a los criterios de rigor científico, proporcionalidad y graduación. Dichas acciones se realizarán con la máxima transparencia y coordinación. Esta coordinación ha quedado en solfa con varias iniciativas como las del cierre de las peluquerías en Madrid, que el Gobierno fi nalmente secundó, y las declaraciones del estado de alerta sanitaria que se tomó en el País Vasco, forzando al Ejecutivo a reaccionar. Por su parte, Urkullu aseguró que cumplirá «con responsabilidad» el decreto del Gobierno para hacer frente al coronavirus, pero ha afi rmado que es «innecesario» que se asuma el mando de la Ertzaintza o de Osakidetza. Aunque criticó el «procedimiento», aseguró que su disposición a la colaboración y coordinación es total.