Coronavirus

España podría sufrir ataques de desinformación por otros estados

EUROPOL alerta de que hay naciones que ya difunden bulos para desestabilizar

ELCCN vigila los ataques que puedan llegar del ciberespacio
ELCCN vigila los ataques que puedan llegar del ciberespaciolarazon

La crisis del coronavirus coloca a los estados en una situación de vulnerabilidad y pueden ser objeto de ataques por parte de otras naciones, bien directamente o a través de cibercriminales a sus órdenes, con el fin de causar una desestabilización de consecuencias imprevisibles.

No se trata de una novela de espías, sino que la hipótesis está contenida e informe de EUROPOL, hecho público ayer mismo. El medio de ataque: la desinformación a través de las redes sociales, que son las que están utilizando millones de ciudadanos para tener noticias de lo que ocurre con la pandemia del coronavirus.

Por poner un ejemplo. Alguien que pretendiera perjudicar a España, podría difundir, sobre plataformas más o menos creíbles, informaciones falsas que produjeran una gran zozobra, incluso el pánico, entre la población. La finalidad sólo la conoce el que pone en marcha la campaña desestabilizadora, que al final le beneficia al difusor.

Según se recoge en dicho dossier, “los actores estatales difunden la desinformación, buscando sembrar la desconfianza y desestabilizar a los gobiernos”.

A ellos hay que añadir a “los extremistas violentos y los terroristas, que también están utilizando la pandemia para propagar la difusión de noticias falsas”.

Según explica EUROPOL, la difusión de la desinformación puede originarse a partir de una variedad de actores, incluidos los cibercriminales, que buscan ganancia financiera y “actores estatales”.

A este respecto, subraya que algunos de sus estados miembros han dado datos “de problemas con respecto a la difusión de la desinformación durante La crisis actual”.

Se refiere, en concreto, a “las amenazas híbridas, ataques amplios y complejos (…) que incluyen ataques cibernéticos y desinformación, interrupción de servicios críticos, socavando la confianza pública en las instituciones gubernamentales y explotando las redes sociales vulnerables”.

Incide en que la desinformación en torno a COVID-19 proliferan en todo el mundo, “con consecuencias potencialmente perjudiciales para la salud pública y la comunicación efectiva de la crisis”.

Apunta a que “algún estado, y los actores respaldados por esos estados, buscan explotar la crisis de salud pública para promover los intereses geopolíticos, a menudo desafiando directamente la credibilidad de la Unión Europea y sus socios”.

Otro peligro del que alerta EUROPOL es el de la adquisición de artículos relacionados con COVID-19 a través de la web. Como hay escasez, la necesidad empuja a algunos a la Dar WEB (web oscura)

“Hasta ahora, no ha habido un aumento notable en el número de usuarios que compran bienes ilícitos en línea. Sin embargo, se pueden esperar cambios en la oferta y la demanda. Para los artículos relacionados con las drogas, las perspectivas dependerán en gran medida de las cadenas de suministro. Si se

se vuelve más difícil para los usuarios obtener ciertas clases de drogas, los adictos podrían intentar obtener sus productos a través de métodos alternativos”.

Por su parte, España ha detectado un aumento en las descargas de pornografía infantil a través de internet desde que comenzó el confinamiento, un problema que también se da en otros países europeos, según el informe.

La producción y distribución de pornografía de menores en internet es uno de los delitos que, según Europol, "parece estar aumentando últimamente", una conclusión a la que la organización llega "sobre la base de una serie de indicadores".

Los pederastas demuestran "un aumento del interés" en obtener imágenes de menores explotados sexualmente, y confían en que haya más niños conectados a internet durante la pandemia.

En concreto se cita a España, donde entre el 17 y el 24 de marzo se produjo un aumento del 25 % en el número de conexiones para la descarga de material de contenido pedófilo, una tendencia sobre la que otros países también han informado.