La Fiscalía ha recibido un importante número de denuncias sobre la gestión de residuos médicos y hospitalarios durante la pandemia

La Fiscalía ha recibido un importante número de denuncias relativas a la gestión irregular de residuos médicos, hospitalarios, o de otro tipo, relacionados con la pandemia, en contraste con las pocas quejas en lo que se refiere a la adopción de animales domésticos con fines fraudulentos, es decir, para poder pasear por la calle en momentos de confinamiento, aunque las cifras definitivas no se conocerán hasta que se abandone el estado de alarma y se pueda realizar un estudio prospectivo sobre estas materias. Así lo ha puesto de relieve el fiscal de Sala de Medio Ambiente, Antonio Vercher, esta mañana, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente. En la actualidad hay 190 fiscales dedicados a esta materia.

Junto a ello, Vercher, en una entrevista publicada por la propia Fiscalía General del Estado en su página web, En relación a los delitos ambientales más frecuentes, las estadísticas de la Fiscalía muestran que, como ha venido ocurriendo desde hace años, los delitos en materia de ordenación del territorio y urbanismo siguen siendo los más frecuentes. De hecho, frente a las 57 sentencias de condena por delitos contra el medio ambiente correspondientes al año 2019, se dictaron 383 condenas por urbanismo y ordenación del territorio en ese mismo año. Destacan igualmente las 293 condenas por malos tratos a animales domésticos y sólo tres menos por delitos contra la flora y la fauna. En conjunto en el año 2019 se han dictado 1.180 condenas, frente a las 1.063 del año 2018.

El fiscal también se refiere al aumento más que previsibles de incendios en los meses de verano. Ante esta previsión se aboga por el control de vertederos que, aun no siendo delictivos, sí pueden ser una causa directa de incendios y también se insta por el control de barbacoas o líneas eléctricas mal conservadas. Y de forma, especial, preocupa a la Fiscalía “la falta de coordinación, que en ocasiones deviene en que el incendio se extienda y dilate en el tiempo, así como la ausencia de planes de prevención de incendios por parte de algunos Consistorios”.

Lo que no ha disminuido durante esta pandemia es la caza furtiva, algo sobre lo que llama la atención también Antonio Vercher: “Se puede decir con claridad que la caza furtiva no ha cesado durante la pandemia, como tampoco ha cesado la caza legal, dado que muchas comunidades la han permitido bajo el argumento de la necesidad de controlar la población de especies cinegéticas o cazables cuyo número crecía en exceso”.