«Políticas palanca»

Quizás una mayoría de lectores se pregunten qué son esas políticas. No me extraña, porque todo lo que afecta a ese ignoto mundo de la globalización, se mueve en una penumbra a medio camino entre la blancura del día, y la negrura de desconocidos centros de decisión y poder, que operan tras las bambalinas de los teatros supranacionales con sede en las Naciones Unidas y en sus satélites del planeta.

La tan cacareada Agenda 2030 es la que pretende a través de 17 grandes ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), alcanzar un mundo feliz en diez años. Y esas «políticas palanca» son las que deben actuar como aceleradores para avanzar en la consecución de los ODS previamente elegidos, para conseguir que España sea, nada menos que un «referente mundial» en la implementación de la citada Agenda.

Lo cierto es que todo ello depende de la vicepresidencia segunda, algo que parece lógico desde una perspectiva de planificación central y decenal. Pero sorprende que sean comunistas quienes piloten una estrategia de esta envergadura, más propia de la extinta URSS, que de la España actual.

Además, no sé si resulta creíble que un comunista lidere el avance del planeta durante toda una década para conseguir un mundo más desarrollado y sostenible. De momento, nos hubiéramos conformado con una mejor gestión de las residencias de ancianos durante la epidemia. Y con que hubieran sido capaces de darnos la cifra real de fallecidos en ellas.