España

Así fue el único toque de queda de la Democracia

Durante el intento de golpe militar del 23F, el teniente general Julián Milans del Bosch dictó un mando e implantó un severo toque de queda desde las 21 a las 7 horas

Disparos del 23F en el Hemiciclo
Disparos del 23F en el Hemiciclolarazon

A solo cuatro días para que el estado de alarma decaiga en la Comunidad de Madrid y a la vista de una situación epidemiológica todavía muy preocupante, las autoridades autonómicas están valorando la posibilidad de decretar el toque de queda en la capital, como ya ocurre en otras grandes ciudades europeas como París.

Desde que se instauró la Democracia en España, solo en una ocasión se ha adoptado esta medida excepcional que limita la libertad de movimiento de los ciudadanos en un intervalo concreto de tiempo. Fue tras el intento de golpe Estado del 23 F.

Aquella tarde de febrero, mientras en el Congreso votaba la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente del Gobierno, un teniente coronel de la Guardia Civil ordenó a los diputados, pistola en mano, tirarse al suelo. Su nombre era Antonio Tejero y apuntaba al presidente del Congreso. Tras los disparos, un oficial proclamó desde la tribuna de oradores: “Buenas tardes. En quince o veinte minutos, una autoridad, por supuesto militar, informará”.

En ese momento todas las miradas se dirigieron hacia Valencia donde el Capitán General de la III Región de Levante Jaime Milans del Bosch y Ussía dictó un mando en el que asumió todos los poderes civiles, judiciales y administrativos, militarizó los servicios públicos, suspendió cualquier actividad política o sindical e implantó un severo toque de queda.

Precisamente, ese bando fue en el que de decretó el toque de queda. Su artículo seis decía explícitamente que “se establece el toque de queda desde las veintiuna a las siete horas, pudiendo circular únicamente dos personas como máximo durante el citado plazo de tiempo por la vía pública y pernoctando todos los grupos familiares en sus respectivos domicilios”. Esa misma noche, el rey Juan Carlos dirigió un mensaje al país por televisión y radio, en el que reafirmó el orden constitucional.