Moncloa

Sánchez impone la fórmula «Covid» para no liderar el temporal

El presidente replica el esquema de la crisis sanitaria: ofrece «cogobernanza» a las regiones más afectadas por Filomena y programa dos ruedas de prensa para actualizar los datos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplaza este domingo al Ministerio del Interior para presidir la reunión del CECOD, el Comité Estatal de Coordinación y Dirección del sistema nacional de Protección Civil para evaluar los efectos del temporal Filomena.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplaza este domingo al Ministerio del Interior para presidir la reunión del CECOD, el Comité Estatal de Coordinación y Dirección del sistema nacional de Protección Civil para evaluar los efectos del temporal Filomena.Rodrigo JiménezAgencia EFE

El Gobierno intenta trasladar la imagen de control sobre la situación excepcional y «sin precedentes» que ha supuesto el temporal Filomena. Esto, a pesar de haber reconocido públicamente que su azote ha «desbordado» y «superado» sus previsiones. Tras unas primeras horas de inmovilismo, desde Moncloa pusieron toda la maquinaria en marcha. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inició al filo de las 17:00 horas una ronda de contactos con las comunidades autónomas más afectadas, entre ellas la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. También llamó al presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero, y al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, uno de los núcleos de población más golpeados por la tormenta de nieve.

El objetivo de estas comunicaciones, según reconocieron fuentes del Ejecutivo, fue trasladarles un mensaje de máxima coordinación entre las administraciones, a distintos niveles, como la principal herramienta para luchar contra los efectos de la borrasca. De este modo, Sánchez intenta trasladar la fórmula de la «cogobernanza» que impuso en la crisis del coronavirus a esta crisis climática, con el objetivo de paliar cualquier tipo de discrepancia que pueda surgir. Desde el entorno del presidente se asegura que «no se va a hacer ningún reproche a ninguna administración». «Conviene remar juntos», puntualizan.

En la línea de lo que ya hiciera en un mensaje en su cuenta de Twitter en la mañana del sábado, el presidente pidió colaboración a los ciudadanos, reiterando la necesidad de quedarse en casa y evitar desplazamientos injustificados, además de cumplir con todas las recomendaciones realizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el Ejército, Protección Civil y los distintos cuerpos de emergencias. Además de los pronunciamientos de Sánchez, que ha decidido pasar a primer plano, el Gobierno celebró también ayer dos ruedas de prensa desde la Delegación del Gobierno de Madrid con los ministros de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y el del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para dar cuenta de la evolución de la gestión de la crisis. Un esquema que también recuerda al aplicado durante los primeros compases de la crisis de la Covid-19, en los que los ministros desfilaban ante la prensa al menos dos veces al día para hacer rendición de cuentas.

En este ejercicio de transparencia lo que no hay, de momento, es espacio para la autocrítica. Los comparecientes aseguraron que no es tiempo para evaluar lo que se ha hecho mal, sino para trabajar y hacer «lo que hay que hacer». «Ya habrá tiempo para eso más adelante», señalaron. Esto, a pesar de reconocer que las previsiones que manejaban han quedado ampliamente superadas. «Estamos sorprendidos por la magnitud» del temporal, aseguran fuentes del Ejecutivo, que, aunque sabían que Filomena «iba a actuar duro», «está yendo mucho más allá de las previsiones». «Estamos poniendo todos los medios necesarios», aseguran.

Los ministros de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y el del Interior, Fernando Grande-Marlaska, confirmaron lo que era ya una evidencia, que la «situación es excepcional» y «ha desbordado las peticiones más pesimistas». Marlaska lamentó los fallecimientos que se han producido hasta ahora y aseveró que, salvo esta circunstancia, «el número de incidentes ha sido relativamente limitado». Ha destacado que una de las prioridades es «auxiliar» a los conductores atrapados en sus vehículos, que ya han sido liberados en su totalidad. Entre estas prioridades están también «garantizar la movilidad del personal crítico de infraestructuras, los servicios esenciales y el abastecimiento de productos básicos». Ambos ministros advirtieron de que «quedan por delante las horas más difíciles», cuando comiencen las heladas» y se ha pedido «extremar la precaución» porque «todavía estamos en alerta roja».

La actitud conciliadora de Moncloa se desplegó después de que Almeida pidiera que los ministerios de Defensa e Interior aportasen «todos los recursos de los que puedan disponer» para liberar las calles la capital. El contacto es fluido y continuo, como el propio alcalde reconocía: «He hablado con Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, y he pedido que se destinen los medios necesarios para que Madrid no quede en esa situación en los próximos días», señaló Almeida desde el Centro de Control de Seguridad y Emergencias, donde ha permanecido para gestionar la situación. «Es imprescindible que el Gobierno de la nación nos ayude en estos momentos», zanjó. También desde la oposición, el PP empujó al Gobierno a moverse. El más explícito, fue Teodoro García Egea, que criticó la noche de «peli y mantita» de Sánchez e Iglesias, al tiempo que les pedía que dieran la cara.