Presión a Illa

Urkullu plantea un toque de queda a las 20:00 horas y reuniones de sólo cuatro personas

El Lehendakari rechaza de lleno un confinamiento domiciliario total

El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado que la situación de la pandemia del coronavirus es de “extrema gravedad” y ha advertido de que “va a ir a peor”, pero ha rechazado que haya un confinamiento domiciliario total. En todo caso, cree que podría plantearse en el Consejo Interterritorial adelantar a las ocho de la tarde el toque de queda o limitar los grupos de contactos de seis a cuatro personas, pero cree que debe consensuarse entre todas las comunidades autónomas y el Gobierno del Estado.

En una entrevista en la cadena SER, Urkullu ha precisado que la “extrema gravedad” no se vive solo en Euskadi porque la covid-19 es una pandemia, y ha insistido en que “todavía se viven los efectos de la época navideña”, cuando ha habido “la mayor interacción social de manera desinhibida”. “Vamos a seguir creciendo en los casos positivos en la incidencia acumulada”, ha añadido.

Tras mostrarse contrario al “confinamiento domiciliario total”, ha considerado que la interacción social “debe estar muy controlada”, y , aunque ha evitado proponer una hora de limitación, ha considerado se podría adelantar a las ocho de la tarde el toque la queda. También cree que se podría estudiar limitar los contactos de seis a cuatro personas.

No obstante, ha dicho que estas restricciones deben consensuarse entre las comunidades autónomas, sobre todo por los efectos en las autonomías colindantes, en el consejo interterritorial del próximo miércoles. Por ello, ha indicado que hay que evaluar, entre todos, las medidas alternativas al confinamiento total, por "las consecuencias tan graves que supuso" la vez anterior.

“Nosotros buscamos, primero, que las medidas que adoptemos busquen la preservación de la salud, individual y colectiva; segundo, el orden económico y el bienestar de la sociedad, también en orden a la economía; y tercero, el factor emocional”, ha apuntado, para advertir de la “fatiga pandémica y el cansancio acumulado”. Por ello, ha asegurado que se intentan adoptar las medidas “más equilibradas”.

El Lehendakari ha apuntado que el esfuerzo de su Ejecutivo es convencer a los vascos de que “tiene que hacer todo lo posible para adoptar las medidas para preservar su salud y el de los demás”. “Hoy, afortunadamente, todavía estamos en la incidencia de camas UCI en una situación de escenario 3, de transmisión tensionada, pero no de transmisión alta. Pero tenemos que presumir que vamos a vivir todavía unos días la próxima semana y la que viene, que tenemos que valorar con mucha cautela las decisiones a adoptar de cara al futuro”, ha manifestado.

Polémica con la vacunación

El Lehendakari también ha querido hace referencia a la polémica suscitada tras darse a conocer que el Gobierno vasco había reservado dosis hasta poner la segunda tanda. Urkullu ha defendido la estrategia de su ejecutivo y ha manifestado que había que asegurar esa segunda dosis para lograr la inmunidad.

Así, lejos de entrar en más polémicas con el Gobierno central, ha asegurado que el País Vasco solo recibió este lunes 8.775 dosis de vacunas anticovid de Pfizer, lo que supone un 56% de las entregas que se han realizado en anteriores ocasiones, en la misma proporción que el resto de la comunidades autónomas.

Este pasado fin de semana Iñigo Urkullu expresó su malestar al considerar “injusto” que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, barajara la posibilidad de primar en el reparto de los antídotos a las comunidades que estén más adelantadas en la vacunación ante el descenso de la producción por parte de farmacéutica Pfizer.

Urkullu ha rechazado que, con estas declaraciones, pretendiera generar polémicas, y ha aclarado que “no se trata de intentar guardar ninguna dosis de vacuna, sino de buscar su eficacia”, esperando a los 21 días establecidos para garantizar la inmunidad de los vacunados. La intención del Gobierno Vasco ha sido, en todo momento, según ha insistido, “prever cualquier tipo de situación que llevará una contingencia de falta” de suministro.

Además, ha advertido de que, mientras no existan otras vacunas, se está “casi en manos de un monopolio que aplica Pfizer-Biontech, con los criterios que quiera establecer”. Por ello, ha llamado a ser “previsores”.