Organización

El PP avisa a los críticos: “Se habla dentro del partido”

Los barones se ponen de perfil ante el anuncio de Pablo Casado de que abandonarán Génova

Sede nacional del Partido Popular en la calle Génova de Madrid
Sede nacional del Partido Popular en la calle Génova de MadridRicardo RubioEuropa Press

Los principales barones del PP se colocaron ayer de perfil ante el anuncio de Pablo Casado de que se deshará de la sede nacional del partido para romper con el pasado. No conocía la decisión que se anunció en el Comité Ejecutivo del martes ni el alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, que es el portavoz oficial del partido. Él se enteró, igual que el resto de dirigentes territoriales, cuando Casado lo anunció en un discurso dentro de la Ejecutiva, pero abierto a los medios de comunicación.

Como ayer adelantó este periódico, la decisión de Casado tiene que pasar por el filtro de una Junta Directiva Nacional, que apruebe la propuesta, conforme a los estatutos, y valide también las cuentas de la organización. Estas cuentas las lleva Sebastián González, «mano derecha» del ex secretario general Ángel Acebes, y actual tesorero.

Desde la dirección popular responden a las críticas que les llegan desde las territoriales. «Hay que hablar en los órganos del partido. Si alguien quería defender la sede de Bárcenas, el momento era en la reunión del Comité Ejecutivo». En esa reunión no tomó la palabra ningún dirigente territorial de los que asistieron vía telemática, salvo la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que lo hizo para defender la posición de Pablo Casado y la idea de que el nuevo PP no debe hacerse cargo de la «herencia» recibida. La mala herencia de los casos de corrupción.

En esa herencia a rectificar está también, por cierto, la estructura territorial. El poder regional se queja de las prisas de Génova por llevar a cabo los congresos provinciales, «en plena pandemia», y que éstos se celebren antes de los regionales, lo que interpretan que es una maniobra para tomar el control de las bases y, desde ahí, asaltar mejor a las estructuras regionales.

Sin embargo, Génova contesta que la herencia recibida en esta materia fue un partido «muerto en la base, y no vamos a parar hasta renovarlo y organizar una base provincial buena». Con «barones provinciales», un «modelo provincial de partido» frente al modelo que ha dado tanto poder a las baronías autonómicas. «Un partido de abajo arriba». Rajoy se desentendió del PP en el ejercicio de sus responsabilidades de gobierno, y éste acabó también en medio de la rifa entre la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Los barones miden ahora sus tiempos, pero entrelíneas dejan mensajes que en clave interna están llenos de significado. Después de la mala noche electoral del 14-F, Casado recibió recomendaciones que apuntaban a la necesidad de hacer un correcto diagnóstico de las razones del batacazo electoral y activar, en consecuencia, un plan acorde con ello. La oposición no es al cambio de sede en sí, una iniciativa a la que dentro del PP ven sentido si forma parte de un plan general de refundación de la organización política. Sí hay rechazo a que ésta sea la respuesta a la situación del PP en Cataluña.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, verbalizó ayer las dudas internas sin buscar el choque frontal con Génova. «Lo que el PP necesita es ganar». Cuando hay malos resultados –apostilló– los partidos deben acertar en el diagnóstico y en la estrategia para remontarlos.

«Cuando hay un mal resultado, lo primero que hay que hacer es aceptar que tenemos un mal resultado. Segundo, hacer un buen diagnóstico de por qué hemos tenido un mal resultado. Y tercero, buscar alternativas y estrategias para mejorar los resultados electorales.

Lo que Feijóo no dice, pero sí interpretan en el PP que es lo que piensa, él y la mayoría de los barones, es que eso no se está haciendo en la dirección nacional tras el resultado catalán.

«Hay que aceptar las decisiones de los ciudadanos. Cuando los resultados electorales vienen bien, celebrarlos. Cuando vienen mal, mejorar y buscar las fórmulas», añadió el presidente de la Xunta.

La gran ventaja de Casado es que no hay elecciones a medio plazo. En principio, las primeras serán las andaluzas, y no se esperan hasta finales del 22. Y tiene este tiempo para reforzar su liderazgo interno y externo.