Memoria Histórica

«Eufemismos y excusas» para explicar por qué se quitó la cruz de Aguilar en Córdoba

El Ayuntamiento de IU justifica la retirada por un «tamaño desproporcionado»

La cruz se quitó el pasado 19 de enero y acabó en un vertedero municipal, donde fue reciclada
La cruz se quitó el pasado 19 de enero y acabó en un vertedero municipal, donde fue recicladala razonLA RAZON

El Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera retiró el pasado mes de enero una Cruz de los Caídos, según dijo, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Ubicada en la localidad cordobesa ante el Conjunto Histórico Artístico del Monasterio de San José y de San Roque, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1983, la cruz acabó en un vertedero y fue reciclada después. En un informe al que ha tenido acceso LA RAZÓN, el consistorio explica los motivos de la eliminación del símbolo cristiano. «Son todo excusas, legalismos y eufemismos», apunta el abogado Guillermo Rocafort, que pidió una aclaración a través del Portal de Transparencia, «e incluso hay un técnico municipal que informa desfavorablemente», según consta en la documentación que ha recibido como respuesta.

Carmen Flores, alcaldesa de IU, señala en un documento previo las razones de la retirada. «Las obras [...] intervendrán también en solucionar una problemática que afecta gravemente al edificio religioso, ya que el espacio ajardinado donde se encuentra la base de la cruz produce filtraciones de agua de lluvia y riego a la cimentación del crucero de la iglesia, que está ocasionando humedades y daños considerables en el muro, reflejados también en las pinturas murales que adornan el interior».

«Van a por la cruz, pero como no pueden decirlo así se escudan en unas filtraciones», dice Rocafort, para quien «se podría haber impermeabilizado el suelo en lugar de llegar a una solución tan radical». Asegura el letrado que «se pensaba poner» una escultura del autor del convento en el lugar de la cruz: Rodrigo de Varo y Antequera, y «también se dice que se pondrá junto con la escultura una cruz de dimensiones proporcionadas al conjunto escultórico», lo que llama la atención de Rocafort –«un gobierno comunista municipal es ahora el que decide las dimensiones que debe tener una cruz»–. También se aduce que «carecía de cualquier elemento de interés, sin duda una afirmación ofensiva para los cristianos», lamenta el abogado. En este sentido, la Asociación Española de Abogados Cristianos presentó una querella por un delito de prevaricación administrativa.

A la retirada de la cruz la califican de «trabajos de adecentamiento y ornamentación del ensanche de la calle Moralejo», continúa Guillermo Rocafort, y en un informe de la Junta de Andalucía «se avala» su traslado, «pero no la colocación de la escultura en su lugar». Además, «erróneamente dicen que el daño de humedades es por la cruz, cuando el origen es el jardín circundante, que se podría haber tapado».

En el presupuesto se menciona «una partida de retirada de vegetación existente», que es «lo que se debería haber hecho para evitar las filtraciones de agua», considera el abogado. «Habría que ver cuándo se plantaron esos cuatro arbustos a pie de la cruz, probablemente hace pocos años, y se usó como argumento para quitar la cruz», lamenta.

Por último, el informe de un técnico de la Administración General del Ayuntamiento del 15 de enero de 2021 «informa desfavorablemente mientras no se complete el expediente con la autorización demanial, la autorización urbanística de las obras en suelo urbano consolidado y calificación de viario, con afecciones al estar incluido en el entorno de protección del BIC, con la tipología de monumento, y porque la parcela donde se va actuar no está amillarada y no dispone de referencia catastral». La primera cuestión «fue subsanada, pero parece que hay asuntos que podrían haberse hecho mejor», concluye el letrado, que detectó además que «la obra no tuvo seguro específico, sino uno de responsabilidad civil».