Ejército
Muere el último “gran héroe” militar de España
El comandante Juan Moncadas, de 92 años, era el único militar que quedaba con vida en posesión de la Medalla Militar Individual, una de las más altas condecoraciones
Hace apenas dos años, en una entrevista con LA RAZÓN en su casa de Palma, el comandante Juan Moncadas rememoraba, a sus 90 años, cómo el y sus compañeros resistieron, en 1957, diez días de asedio por parte del Ejército marroquí al sur de Ifni. Un duro episodio en el que se convirtió en el jefe accidental de su sección y por el que fue condecorado con la Medalla Militar Individual, una de las más altas distinciones castrenses. Era el único “gran héroe” que quedaba con vida (todos los que fueron condecorados con esta distinción o con la Laureada de San Fernando ya habían muerto). Hasta el sábado, cuando a los 92 años, el comandante Moncadas falleció.
“Nos deja un héroe reconocido de nuestro Ejército”, publicó el Ejército de Tierra en Twitter como despedida tras conocerse la noticia. Pero Moncadas se definía como un “héroe a la fuerza”, pues en realidad, él no tenía que haber estado allí. Tal y como explicaba en 2019 este miembro de la II Bandera Paracaidista, “a mí no me tocaba ir -a Sidi Ifni-, pero un compañero casado y con hijos me preguntó que si tenía inconveniente en ir. Y yo, como era soltero y me daba lo mismo estar en Alcalá de Henares que en Sidi Ifni, me fui para allá”.
Así arrancaba la historia de este “héroe” que no se imaginaba que a los pocos meses tendría que guardarse una bala ante la posibilidad de caer en manos del Ejército de Liberación Marroquí: “Antes de caer prisionero, me pego un tiro. Aunque no sé si hubiese tenido el valor», recordaba con una energía envidiable.
Y es que Moncadas, sargento en 1957, aceptó en noviembre de ese año acompañar como segundo jefe a la 3ª sección de la 7ª compañía de la Bandera -al mando del teniente Antonio Ortiz de Zárate- para socorrer a los militares que se encontraban en el puesto de T’Zelata, a unos 40 kilómetros al sur de Ifni. “Realmente desconocía a dónde íbamos», contaba, pero no tardó en descubrirlo, pues al poco de partir ya habían sido cercados por el enemigo cuando se encontraban en una loma.
Durante días recibieron fuego sin cesar y varios de sus compañeros fallecieron, entre ellos el teniente Ortiz de Zárate, por lo que el sargento Moncadas tuvo que asumir el mando, algo que, recordaba, fue “como si el cielo me cayera encima. Recién ascendido, sin tener idea de nada, en mi primer combate... Si me hubieran dicho ‘muérete’, me muero tranquilamente”.
Así aguantaron diez largos días, sin apenas víveres, casi sin munición y entre el constante silbar de las balas enemigas, hasta que el 2 de diciembre de ese año fueron rescatados. Había logrado defender la posición y a sus compañeros durante todo ese tiempo y fue por eso por lo que fue condecorado: «No sé si lo hice bien o mal. Simplemente hice lo que creía que tenía que hacer», contaba a LA RAZÓN hace dos años.
Desde el 23 de mayo de 2019, tras la muerte del comandante Ángel Canales López (primer paracaidista distinguido con la Medalla Militar Individual en la campaña de Ifni-Sahara), Juan Moncadas se convirtió en el último militar español vivo con una de las más altas condecoraciones. Previamente, en 2007, había fallecido el teniente general Adolfo Esteban Ascensión, el último condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando.
Con el fallecimiento de Moncadas, la Real y Militar Orden de San Fernando (que desde 2001 incorpora también a los Caballeros, Damas y Unidades, Centros y Organismos militares recompensados con la Medalla Militar), se queda sin “héroes” individuales.
✕
Accede a tu cuenta para comentar