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Rivera se cae de la Convención de Casado

Génova reorganiza el cónclave para tratar de atraer también al votante de Vox

Pablo Casado y Albert Rivera charlan en el Congreso en una imagen de archivo
Pablo Casado y Albert Rivera charlan en el Congreso en una imagen de archivoAlberto R. RoldánLa Razón

La dirección del PP ha dejado de confirmar a Albert Rivera entre los ponentes de la Convención Nacional de Valencia. La relación del líder de Ciudadanos (Cs) con el equipo de Pablo Casado es estrecha y Génova hasta ha llegado a fichar al bufete de Rivera para que le llevara los recursos de inconstitucionalidad contra leyes del Gobierno. Pero de la ultima agenda de la Convención se ha caído el nombre de Rivera, uno de los invitados que generaba más expectación por lo que simbolizaba su asistencia al cónclave del PP y su ausencia en el que también ha preparado la dirección naranja.

Genova había planificado esta participación como el golpe de imagen definitivo para apuntalar la idea de la refundación del centro derecha alrededor de las siglas del PP. No hay foto más potente, desde el punto de vista de la comunicación, que ver a quien fue el principal adversario de Mariano Rajoy, casi más que el PSOE por la competencia dentro del mismo granero, pisando la misma alfombra que la plana mayor del partido. Rivera fue la bestia negra de los Gobiernos de Rajoy y su discurso por la regeneración democrática ayudó al desgaste de las siglas del PP, ya arrastradas por los casos de corrupción. El diseño de la Convención, con una semana previa de calentamiento por todas las comunidades en las que gobierna el PP, ofrecía a la dirección popular un marco más discreto que el mega acto de Valencia para hacerse la foto con Rivera. Pero, aun así, la decisión estaba llena de riesgos. Rivera, que ha vuelto a la actividad privada, está dejando que se alimente la idea de su posible regreso a la política de la mano del PP. Esto es una puñalada más en el tocado proyecto de Inés Arrimadas, que ya ha sufrido los golpes del entorno de Rivera, en alianza con la dirección popular. El desgaste también lo han facilitado errores del equipo de Arrimadas, pero, en cualquier caso, no habrían tenido el alcance que tuvieron de no ser por esa colaboración con Génova de peones de Rivera, como su ex secretario de Organización Fran Hervías.

Al mismo tiempo, en Génova la presencia de Rivera en un acto tan importante genera también suspicacias. En el PP ya levantó un importante debate la oferta de coalición en el País Vasco, una unidad de siglas que provocó hasta la caída del equipo directivo de la organización regional vasca, presidida por Alfonso Alonso.

Tras las elecciones catalanas y de Madrid, los malos resultados de Cs han consolidado en la organización popular la idea de que los naranjas están amortizados, por lo que creen que la cúpula no debe seguir haciendo fichajes ni incorporaciones que desestabilicen a las estructuras territoriales y generen conflictos con quienes llevan años en el aparato del PP y están a la espera de ocupar puestos en listas y candidaturas que no se quieren compartir con Cs.

En la Convención la principal obsesión de Génova es que no haya nada que distraiga la atención de Casado. Ni interno, y por eso se teme el momento de la aparición de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en el cierre de Valencia, ni externo. Además, desde el punto de vista estratégico, el sentido de la Convención es reforzar la imagen del PP como única alternativa al Gobierno de Sanchez. Y en ese objetivo el problema no parece que sea ya seguir captando voto de centro o de Cs, que, según las encuestas, se está yendo mayoritariamente al PP, si no de Vox. Los de Abascal aguantan en el ecuador de Legislatura sin apenas desgaste respecto a las últimas generales. Los comicios catalanes le fueron bien, aunque en Madrid salvaron la papeleta frente al tirón de Ayuso. Y Rivera no es el gancho más atrayente para dirigirse al votante de derechas que insiste en seguir mirando a Santiago Abascal en lugar de a Casado.

Aquí se explican, por ejemplo, algunas de las últimas posiciones fijadas por los populares en Europa. La decisión de no apoyar la resolución sobre violencia de género fue sometida al criterio de Génova, y la respuesta de Madrid fue que preferían un titular sobre su falta de contundencia que otro que les señalara por «abortistas» en la campaña de asociaciones como Hazte Oír. La misma razón explica que no votarán a favor de extender los matrimonios gays por toda Europa.

En Valencia participarán políticos en activo y habrá una mesa donde intervendrán los 51 presidentes provinciales y los autonómicos, en la que finalmente también estará Isabel Díaz Ayuso.

No obstante, según fuentes oficiales, aunque Rivera se haya caído, mantiene una estrecha relación con los populares a través de su bufete de abogados, sobre todo entre José Manuel Villegas (ex «dos» de Cs) y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en relación con los recursos de inconstitucionalidad que prepara el despacho que dirige el ex líder de la formación naranja.