Moncloa propone a la banca movilizar casas vacías para los afectados

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleva desde el domingo sobre el terreno de La Palma para «liderar» la respuesta institucional a la catástrofe provocada por la erupción volcánica. Más allá de estar al frente del operativo, el Ejecutivo quiere «evidenciar su compromiso» con distintas acciones que comenzó ya a desplegar ayer. A la espera de cuantificar los daños concretos de la catástrofe, para lo que habrá que esperar a que finalice la erupción y para lo que en Moncloa se emplazan a futuros acuerdos en el Consejo de Ministros, el Gobierno, a través de la vicepresidencia económica, Nadia Calviño, ha pedido a las entidades bancarias que pongan los pisos que tienen vacíos a disposición de las personas evacuadas. Por el momento, desde el Ejecutivo solo se trasladaba la «buena disposición» de las mismas sin aportar datos reales de inmuebles movilizados.

Además de los contactos con la banca, el Ejecutivo explicó también que el Consorcio de Compensación del Seguro, entidad pública que se nutre de las aportaciones de las aseguradoras, tratará de agilizar las reclamaciones por los daños provocados por la erupción del volcán en viviendas y negocios. Las pólizas de seguro no cubren este tipo de siniestros extraordinarios, por lo que es el Consorcio de Compensación del Seguro el encargado de tramitar las indemnizaciones para todos los afectados que tuvieran una póliza, ya sea de hogar o automóviles. Se trata de dos acciones que revisten cierta agilidad, porque si bien la declaración de zona catastrófica se producirá en el futuro, las compensaciones que lleva aparejada esta calificación de emergencia tardan en llegar.

De hecho, el Consejo de Ministros aprobó ayer la declaración de zonas afectadas gravemente por emergencias de protección civil a comunidades que sufrieron incendios forestales de grandes proporciones o episodios de fuertes lluvias e inundaciones desde el pasado 24 de agosto. Esto es, en el último mes.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, explicó que el tráfico aéreo permanece abierto en la isla de La Palma y funciona con normalidad, y aconsejó hacer «un ejercicio de responsabilidad», actuar con la «máxima prudencia» y no acercarse a menos de dos kilómetros del centro emisor «para evitar el impacto de los gases». Aunque el Gobierno no tiene estimación de cuándo terminará este suceso ni de los daños causados, la portavoz destacó que hay que esperar a que la colada llegue al mar porque entonces se producirán explosiones y liberación de gases que será necesario atender.

Por su parte, el presidente del Gobierno abandonó a última hora de ayer la isla para volar a Nueva York y cumplir con una reducida parte de la agenda prevista en la ciudad de los rascacielos. En concreto, Sánchez intervendrá hoy en la Asamblea de Naciones Unidas –un día antes de lo previsto– y se prevé que vuelva el jueves a La Palma para acompañar a los Reyes en su visita a la isla.