Investigación

Villarejo, Cospedal y Francisco Martínez: los contactos meses antes del inicio de «Kitchen»

Las anotaciones de las agendas revelan reuniones y movimientos organizados principalmente por el exsecretario de Estado de Seguridad y la ex secretaria del PP

El ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez (2i) se dirige a la Audiencia Nacional para declarar sobre la 'Operación Kitchen'
El ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez (2i) se dirige a la Audiencia Nacional para declarar sobre la 'Operación Kitchen'Eduardo ParraEuropa Press

El juez de la Audiencia Nacional sitúa el inicio de la «operación Kitchen» el 11 de julio de 2013 por una anotación de las agendas de Villarejo al lado del nombre del exsecretario de Estado de Seguridad: «Chisco [mote para Francisco Martínez]: charla de 45 minutos. Plan contra LB. Interv. Comunicaciones, registros y citación de mujer e hijos». Sin embargo, notas anteriores de los cuadernos del comisario, a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, revelan que algo se estaba fraguando desde meses antes.

Los protagonistas de estas anotaciones, además de Villarejo, Martínez y el exjefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la policía José Luis Olivera –los tres imputados en esta causa– son el abogado Javier Iglesias, que nunca ha sido investigado, así como la exsecretaria del PP María Dolores de Cospedal y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro. Estos dos últimos fueron imputados el pasado junio, pero el juez los dejó fuera del caso apenas dos meses después.

«Oli [José Luis Olivera]: estuvo muy abierto a la comida con Hernes [Ernesto Díaz Bastién, abogado] e Iglesias [el abogado Javier Iglesias]. Organizó un plan que le pidió Chisco [secretario de Estado de Seguridad] sobre LB [Luis Bárcenas]». Esta anotación se produce el 7 de marzo de 2013, es decir, cuatro meses antes de la fecha en la que los investigadores colocan el inicio del operativo para espiar al extesorero del PP.

Por entonces, los conocidos como «Papeles de Bárcenas», que reflejaban la contabilidad B del Partido Popular ya habían sido publicados, pero el protagonista todavía no había sido enviado a prisión. Las notas de Villarejo muestran un reguero de frases de citas, comidas y llamadas en sucesivos días siempre en torno al mismo asunto. «Iglesias: planteamiento a calzón quitado de todos los temas. Incluso habló de sus contactos con RAJ [el entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy]», apunta ese 7 de marzo.

Un día después, anota junto al mismo nombre «LB [Bárcenas] le ha pedido cosas contra Aznar porque dice que está presionando a Gallardón para joder el tinglado y forzar presión contra el PP». Hay que recordar que Bárcenas declaró en esta misma causa que Javier Iglesias fue quien le visitó en la cárcel y le prometió que si callaba su mujer no iría a prisión.

De hecho, cuatro días después de que la Audiencia Nacional enviara al extesorero al centro penitenciario de Soto del Real, este abogado dice a Villarejo cómo deben hacerse las cosas con él en prisión, según las agendas: «Instrucciones para visitar a LB en el talego». En esta madeja de relaciones, el exsecretario de Estado de Seguridad parece tener contacto directo y fluido con Cospedal.

Aunque jerárquicamente Francisco Martínez respondía al Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, éste no aparece hasta bien avanzado los meses. «Chisco: todo lo previsto el día anterior. Comenté reunión LB-Iglesias. Me pide que transmita a Cospe y le digo que no», escribe el comisario jubilado en marzo de 2013. Dos meses después, el 13 de mayo: «Chisco: ya le había llamado MD [MD]. Confirma reunión mañana con BIG [el comisario Enrique García Castaño] a las 17h». Y ese mismo día aparece Ignacio López del Hierro, marido de la exsecretaria general del PP: «Dice que MD [Cospedal] hablará con Chisco [Francisco Martínez] y con Oli [el comisario Olivera] y si puede también conmigo. Muy decidido a todo».

La principal prueba contra el ministro del Interior son unos mensajes que protocolizó ante un notario su «exnúmero dos» en los que hablaba sobre ponerse en contacto con Sergio Ríos, el entonces chófer de Bárcenas que luego se convirtió en confidente de la trama «Kitchen». «Chófer B.: Sergio Javier Ríos Esqueva (ahora hace esa función con su mujer ). Es importante», envió Fernández Díaz a Martínez supuestamente en junio de ese año. El juez de la Audiencia Nacional ha acotado la causa a estos dos altos cargos del Ministerio del Interior como máximos responsables del operativo.

En el relato de las libretas de Villarejo, el cabeza de Interior no aparece hasta un mes después, julio de 2013 a través de otra anotación de Francisco Martínez: «Chisco: Varias llamadas sobre cita IGLESIAS con BARC el lunes en prisión. Dice que el ministro habló con RAJ y todo es ok». Cinco días antes hay otra anotación al lado de Cospedal: «Charla larga desde 18:30. Comprende que hay que pagar lo pendiente. Valora que siga con el tema. Hablará con Chisco sobre los cambios».

El magistrado de la causa no vio pruebas suficientes contra la exsecretaria del PP y su marido, a quienes dejó fuera del banquillo al terminar la instrucción. La Fiscalía Anticorrupción no está de acuerdo con esta decisión y ha recurrido a la Sala de lo Penal para que la investigación continúe su curso y vuelvan a procesar a Cospedal y a Ignacio López del Hierro. Por el momento, no hay fecha prevista para el estudio del recurso.

El número de reuniones

La importancia de estas libretas manuscritas por Villarejo la ha reconocido el propio juez: «La relevancia de estas agendas radica, especialmente, en su virtualidad para reflejar datos (...). Su exposición ordenada y de forma sucesiva permite además conformar un cronograma temporal de determinados acontecimientos y, coayudan a situar en una concreta fecha los incidentes más relevantes que tuvieron lugar en el desarrollo de la Operación Kitchen». Aunque añade que «no pueden tomarse como hechos irrefutables, sino que son apuntes del Sr. Villarejo y deben revisarse con cautela y desde la necesaria comprobación».

Por eso, el magistrado ha pretendido cotejarlo con declaraciones de los propios afectados y, en este sentido, una de las grandes incógnitas es cuántas veces se reunió Villarejo con Cospedal por este asunto y si llegó a hacerlo alguna vez con Mariano Rajoy. La expolítica aseguró que se trató de dos o tres veces, mientras que su exjefe de gabinete que también fue llamado a declarar informó de que fueron al menos diez.