Segundo acompañante

La Policía no aclara al juez la identidad del médico de Ghali

El comisario general de Información declara hoy como testigo ante el magistrado que investiga la entrada en España del líder polisario

Brahim Ghali, en una reciente visita al campamento de refugiados de Dajla, en Argelia
Brahim Ghali, en una reciente visita al campamento de refugiados de Dajla, en ArgeliaBernat ArmangueAP

Más de siete meses después de que Brahim Ghali llegara a España, la Policía afirma desconocer la identidad del segundo acompañante del líder del Frente Polisario (el otro era su hijo). Según ha podido saber LA RAZÓN, la Comisaría General de Información ha trasladado al juez que investiga la entrada en nuestro país del presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) que a día de hoy no tiene constancia de la identidad de la persona o personas que acompañaron a Ghali al hospital de Logroño, donde estuvo ingresado 44 días convaleciente del Covid, hasta que regresó a Argel el 2 de junio horas después de declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz en relación a dos causas por delitos de genocidio, torturas y detención ilegal, entre otros.

En un oficio remitido el pasado lunes al juez Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Aragón comunica al instructor que dio traslado a la Comisaría General de Información de su petición de identificar al “segundo acompañante de Brahim Ghali” (el primero era su hijo) que acompañó al dirigente polisario al hospital “pese a la instrucción en contra” que, al parecer, dio Exteriores.

La unidad policial traslada al juez la contestación. Tras tomar declaración el pasado mayo al que era responsable de la UCI del hospital San Pedro, el doctor Fernando Martínez Soba, quien aseguró que Ghali llegó acompañado de un médico y su hijo, la Comisaría General de Información asegura que no ha podido identificar a los acompañantes del líder del Frente Polisario.

El juez descartó llamar al personal de la ambulancia

La acusación popular que ejerce el letrado Antonio Urdiales pidió al juez que citara como testigos al conductor y al personal sanitario de la ambulancia que trasladó a Ghali de la base aérea de Zaragoza, donde aterrizó su avión, hasta Logroño ese mismo 18 de abril, pero Lasala se negó a acordar esa diligencia encargó esa averiguación a la Brigada Provincial de Información.

El instructor tendrá hoy la oportunidad de preguntar al respecto al comisario general de Información, Eugenio Pereiro, que está citado como testigo para aclarar por qué la Policía no requirió la documentación a Ghali, que se registró en el hospital riojano con un pasaporte falso a nombre de Mohamed Benbatouche que fue expedido por Argelia el mismo día de su llegada.

Según Urdiales, lo hizo para sortear una posible detención (tenía dos causas abiertas en la Audiencia Nacional por delitos de genocidio, torturas y detención ilegal), sabedor de que la Policía llevaba a cabo, un mes antes de su llegada, gestiones para localizarle por orden del juez Santiago Pedraz. Ahora, la acusación quiere reiterar su petición para aclarar si el médico personal de Ghali viajó con él y su hijo en la ambulancia hasta Logroño.

La Jefatura de Navarra sí lo identificó

Lo cierto es que ese doctor, que permaneció al lado del líder polisario durante los 44 días de su estancia hospitalaria apenas ha dejado huella de su paso por España. Fuentes del caso apuntan a LA RAZÓN que, al margen de su condición de médico, podría tratarse de un miembro de los servicios secretos argelinos. En todo caso, añaden, en el hotel donde se hospedó en la capital riojana no dejó ningún rastro documental de su identidad.

Quien sí consiguió identificarle fue la Jefatura Superior de Policía de Navarra. En un informe remitido al juez Lasala el pasado 30 de agosto cumplimentó la petición de información del juez sobre el vuelo que llevó a Ghali de regreso a Argel en la madrugada del 2 de junio, tras su declaración judicial por videoconferencia desde la cama del hospital.

En ese documento se hace constar que el líder del Frente Polisario llegó en una ambulancia medicalizada en compañía de Atba Mohamed Lamine, argelino de 47 años quien según dijo era su médico personal (a los que se unieron posteriormente otras dos personas, una de ellas su hijo), y que según hizo constar la Policía disponía de pasaporte argelino y de un visado francés que le permite moverse con libertad por el espacio Schengen.

La identificación realizada ese día por la Jefatura de Navarra cuestiona la respuesta de la Comisaría General de Información al juez Lasala, encogiéndose de hombros ante la petición del instructor de que se desvelase la identidad del médico personal de Ghali.

Villarino ordenó que no se le permitiera bajar del avión

En su declaración judicial, el diplomático Camilo Villarino, que en esas fechas era jefe de gabinete de la entonces ministra de Exteriores Arancha González Laya -ambos son los dos únicos imputados en el procedimiento en el que se investigan posibles delitos de encubrimiento, prevaricación y falsedad documental- insistió en que dio orden de que no se permitiese descender del avión al segundo acompañante de Ghali.

“Recibí varias gestiones de mi contacto argelino para que descendiera del avión una tercera persona, aparentemente era un médico -explicó en su comparecencia judicial-. Yo me negué en dos ocasiones, lo consulté incluso con la ministra, que apoyó mi negativa. Me negué sin saber quién era y qué documentación traía. No sabía nada de él”.

Si esas órdenes tajantes se acataron, ¿cómo viajó de Zaragoza a Logroño el médico del líder polisario? ¿llegó a subirse con él en la ambulancia? Y es que según un oficio remitido a la Audiencia Nacional el pasado mayo por la Comisaría General de Información, a Ghali le acompañaban dos personas al llegar en ambulancia a Logroño. “La primera, un doctor de nacionalidad extranjera, posiblemente argelino”, que facilitó al centro un informe médico emitido por el doctor Mohamed Seghir Nekkache, del hospital central de L´Armee de Argel. El segundo, añadía, “dice ser un familiar, sin más datos de filiación” (en realidad era su hijo Luali Sid el Mustafa,).

Quizá los únicos que puedan arrojar luz al respecto sean los ocupantes de la ambulancia -el conductor y el equipo médico-, a los que por ahora el juez Lasala no considera necesario llamar a declarar como testigos.

El jefe de la base aérea dijo desconocer su identidad

Al respecto de la identidad de los acompañantes del líder del Frente Polisario, el jefe de la base aérea de Zaragoza, el general José Luis Ortiz-Cañavate, informó al juez en junio de que “se recibieron órdenes por vía telefónica de la Sección de Relaciones Internacionales del Estado Mayor del Aire de que el personal que viajaba en el avión no pasara el control de pasaportes ni aduana, por lo que se desconoce la identidad de las personas que iban a bordo”. Eso sí, añadió que por teléfono se le trasladó que en el avión viajaba “un paciente con pasaporte diplomático argelino que venía en una camilla medicalizada y que iba acompañado de una persona”. “Se trasladó en la ambulancia a la persona aeroevacuada en la camilla medicalizada y al acompañante. Se desconocen sus identidades ya que no se solicitaron los pasaportes”, constató.

En esa misma línea, el responsable del destacamento de la Guardia Civil en el aeropuerto zaragozano aclaró al instructor en un oficio de 4 de junio que las autoridades militares comunicaron al personal de la Guardia Civil “que el ocupante era personal diplomático (por lo tanto exento de pasar aduana) sin especificar identidad del personal”.

Más aún. La Brigada de Información de Logroño también se pronunció al respecto el 28 de julio, comunicando a Lasala que “ni de las declaraciones ni de la documentación se puede inferir ni quién entregó el pasaporte o fotocopia en el momento de la admisión del paciente ni quién firmó el impreso de solicitud de asistencia a pacientes no financiados en el Sistema Nacional de Salud”.

Y es que en ese impreso de atención a pacientes no financiados por el Sistema Nacional de Salud (que alguien firmó en nombre de Ghali comprometiéndose a asumir los costes de su hospitalización) hay una anotación manuscrita en la parte inferior del documento que constata: “Paciente que llega en ambulancia medicalizada e ingresa en UMI (Unidad de Medicina Intensiva). Acompañante no dispone de tel. ni domicilio”.