Importe desconocido
El juez no investigará la factura de la hospitalización de Ghali en España
Lasala cree que son los juzgados de Logroño los que deben indagar, en su caso, sobre una posible malversación y pide a la Policía que identifique al médico que acompañaba al líder polisario y a su hijo
El juez que investiga la posible entrada irregular de Brahim Ghali en España el pasado 18 de abril descarta investigar una posible malversación por el coste de los 44 días que el líder del Frente Polisario estuvo ingresado en el hospital San Pedro de Logroño aquejado de una neumonía causada por la Covid-19.
Así lo ha acordado el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid, Rafael Lasala, en una providencia -a la que ha tenido acceso LA RAZÓN- en la que rechaza la pretensión de una de las acusaciones populares de que se esclareciesen los costes de la factura hospitalaria y quién la pagó.
Pero el instructor -que investiga posibles delitos de encubrimiento, prevaricación y falsedad documental en la entrada de Ghali en nuestro país para ser tratado del Covid- hace oídos sordos a esa petición dado que, subraya en su escrito, “la malversación que, en su caso, se hubiera cometido, habría tenido lugar en Logroño”, por lo que entiende que él no sería competente para investigarla.
En su petición al juzgado del pasado día 8, que adelantó este periódico, el abogado Antonio Urdiales pidió a Lasala que instase a la Brigada Provincial de Información de Zaragoza la averiguación “a la mayor brevedad” de los costes generados “por la estancia y tratamiento” de Ghali en el hospital “desde su ingreso hasta su salida”, indicando el “importe total” y “si ha sido pagado por el enfermo o por tercero y el medio de pago”. Un montante que, según estimaba el letrado, ascendería “a más de 100.000 euros”.
Rechaza citar al conductor de la ambulancia
El instructor también orilla la citación como testigos del conductor y el personal sanitario de la ambulancia que trasladó a Ghali de la base aérea de Zaragoza, donde aterrizó su avión, hasta Logroño ese mismo 18 de abril, “por no ser dicho personal quien tuviera que identificar a los acompañantes del enfermo”.
No obstante, el magistrado acuerda para intentar averiguar la identidad de la persona que viajó en esa ambulancia junto al líder del Frente Polisario -que se registró en el hospital con un pasaporte falso a nombre de Mohamed Benbatouche- y su hijo, que la Brigada Provincial de Información identifique antes de cinco días al “segundo acompañante”, de quien -recuerda- “se tiene constancia en estas actuaciones que acompañó al paciente al hospital de Logroño pese a la instrucción en contra que, al parecer, dio el jefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores”.
Y es que el diplomático Camilo Villarino -imputado en la causa junto a al ex ministra de Exteriores Arancha González Laya- dijo al juez que Exteriores dio orden de que no se permitiera desembarcar a ese segundo acompañante. “Recibí varias gestiones de mi contacto argelino para que descendiera del avión una tercera persona, aparentemente era un médico -explicó Villarino-. Yo me negué en dos ocasiones, lo consulté incluso con la ministra, que apoyó mi negativa. Me negué sin saber quién era y qué documentación traía. No sabía nada de él”.
La identificación policial de Ghali en el hospital
Por último, el instructor tampoco ve necesario, “al no haber conexión alguna con este territorio del hecho que se denuncia”, citar como investigado al inspector jefe del Servicio de Información de la Policía que, a instancias del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz -que en esas fechas mantenía abiertas dos causas contra Ghali por delitos de genocidio, torturas y detención ilegal, entre otros-, acudió al hospital de Logroño a corroborar que el paciente ingresado era en realidad Ghali.
La acusación popular sustentó su petición en que el mando policial tuvo “cabal conocimiento de un delito de falsedad en documento oficial” (al constatar que el líder polisario se había registrado en el hospital con pasaporte falso).
Según un oficio remitido por la Comisaría General de Información a la Audiencia Nacional el pasado mayo, a Ghali le acompañaban dos personas al llegar en ambulancia a Logroño. “La primera, un doctor de nacionalidad extranjera, posiblemente argelino”, que facilitó al centro un informe médico emitido por el doctor Mohamed Seghir Nekkache, del hospital central de L´Armee de Argel. El segundo, apuntaba la Fiscalía, “dice ser un familiar, sin más datos de filiación” (luego se supo que era su hijo Luali Sid el Mustafa,).
Precisamente en relación al hijo de Ghali, el juez Lasala reclama a la Brigada Provincial de Información que en el plazo de cinco días le informe si el permiso de residencia de Luali Sid el Mustafa, del que según trasladó Argelia a Exteriores disponía al llegar a España y que en realidad fue expedido cinco días después, el 23 de abril, “es inicial o es renovación de otro anterior, expresando dónde se expidió”. Asimismo, el juez quiere revisar el expediente de autorización de viaje que se le expidió el 28 de mayo para que pudiese regresar a Argelia con su padre en la madrugada del 2 de junio.
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