Tras el 13-F

Iglesias cree ahora que «no basta» con el efecto Díaz

Marca el camino a la vicepresidenta, que enmienda a Podemos. «Solo hay que mirar al lugar correcto»

Esos confortables cielos
Esos confortables cielosGonzalo Pérez MataLa Razón

De ser la única posibilidad para que el espacio a la izquierda del PSOE tuviese opciones reales de ganar, de impulsar a la vicepresidenta segunda como líder del espacio de Unidas Podemos a rebajar estas expectativas y a lanzar el mensaje de que ya «no basta» con el liderazgo de Yolanda Díaz. El escenario tras las elecciones en Castilla y León, ante el auge de Vox, lo ha cambiado todo.

Ese es el análisis que mostró ayer el exvicepresidente Pablo Iglesias que contrasta con el discurso enarbolado por él mismo hace tan solo unos meses cuando llamaba a su formación a cerrar filas con la dirigente gallega, a la que encomendaba el futuro del espacio confederal.

El exvicepresidente, que señalaba que los resultados de su formación «son muy malos», trató de marcar el paso a la nueva dirección, que ayer mismo se encomendó a la vicepresidenta y a su «proyecto de escucha» con el fin de llegar a ese revulsivo para dar la vuelta al escenario político. Iglesias corrige estos planteamientos y avisa de que «no solo basta» con el liderazgo de Yolanda Díaz para frenar a Vox. En declaraciones a Rac1 advirtió de la necesidad de «un frente amplio», de «recomposición» y de «un liderazgo como el de Yolanda Díaz» para hacer frente al auge de Vox, pero, avisó de que «debido a la aspereza de la batalla ideológica», un liderazgo como el de Yolanda Díaz «no va a bastar». En otros análisis, el exvicepresidente continuó trasladando el mismo mensaje a sus correligionarios: «si los partidos de UP simplemente se encomiendan al ‘milagro Yolanda’ y al ‘milagro frente amplio’ no es difícil saber lo que ocurrirá». «Encomendarse solo al cambio de nombre, a la recomposición del espacio y a un nuevo liderazgo como ingredientes de la salvación futura no parece demasiado prudente».

Unos mensajes que lanzaba mientras que el partido morado no escatimaba en autocríticas y confesaban su «honda preocupación»–pasan de recoger el 7% del voto al 5%, pierde casi 40.000 votos a pesar de su unión a IU y se ha quedado con un único procurador en Castilla y León–. Suponen un punto de inflexión en el bloque de la izquierda, según las cábalas de la dirección nacional del partido, que, pone el foco en la caída del PSOE en siete escaños. Es por ello que la dirección estatal prefirió hacer un análisis en términos de gobierno de coalición y pone énfasis en exigir a Moncloa, como vía de solución, ejecutar «políticas valientes» que cambien la vida de la gente para frenar el auge de Vox de cara a los próximos comicios. En clave interna la formación reconoce que necesita «robustecerse» en los territorios y una implantación sólida de cara a las elecciones autonómicas y municipales en 2023.

Estas reflexiones que emitía el partido se sucedían mientras que Yolanda Díaz guardaba silencio. No fue hasta primera hora de la tarde del lunes cuando decidió emitir sus reflexiones sobre lo ocurrido. En un mensaje de Twitter, la vicepresidenta–que ha mantenido un perfil bajo en la Castilla y León– llega a insinuar que la campaña de Podemos no fue correcta y reclamó una «reflexión profunda». Sin referirse a los morados en ningún momento explicó que la ciudadanía que busca cambios «está ahí esperando». «Solamente tenemos que mirar al lugar correcto y estar a su altura». Un mensaje que difiere de la opinión de la dirección que ayer aseguraba que la campaña «no podía haber sido mejor». Díaz apostaba además por solucionar los «problemas reales» -despoblación, emergencia climática- «en un nuevo proyecto de país, a pesar de que ella misma frenó los deseos de la formación de lanzar el «frente amplio» en esta comunidad.