Nueva etapa

Sánchez espera del nuevo PP una oposición «útil y de Estado»

Moncloa está a la expectativa, pero Pedro Sánchez buscará al líder popular para el plan de choque y el CGPJ

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo en Moncloa en enero de 2021
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo en Moncloa en enero de 2021J.J. GuillénAgencia EFE

A la expectativa. El Gobierno ha seguido con atención el proceso de relevo en el PP, con la esperanza de que el cierre de la crisis interna y la llegada de Alberto Núñez Feijóo imponga un nuevo rumbo en el principal partido de la oposición. En el giro hacia un liderazgo renovado en Moncloa aprecian una «oportunidad», pero también son conscientes de que se cierne una «amenaza» sobre ellos. Ven posibilidades de restañar la maltrecha relación con los populares, al tiempo que reconocen en el presidente gallego a un «buen rival» que les puede hacer daño en las urnas. «Puede que no sea bueno para el PSOE, pero será bueno para España», resume gráficamente un ministro, que plantea la coyuntura bélica actual como el escenario definitivo para recuperar los consensos perdidos. «No hay mejor momento que ahora para llegar a un gran acuerdo de país», asegura. Este es precisamente el horizonte que plantean, que el PP vuelva a «una oposición útil y de Estado».

Esto se concretaría en un primer paso, la adhesión del PP al plan de choque para responder a las consecuencias de la guerra. Una posición que la portavoz, Cuca Gamarra, evitó deliberadamente aclarar durante su intervención en el Congreso el pasado miércoles. En el Gobierno asumen que Feijóo se «dejará querer» y esperan que haga un movimiento después de la reunión que mantendrá el próximo jueves con Pedro Sánchez en la Moncloa. Un día antes, el miércoles, Feijóo será recibido por el Rey en audiencia en Zarzuela. Este primer contacto con el nuevo líder del PP será clave para testar la relación con el presidente. La de Sánchez y Casado era nula. Con meses sin entablar comunicación y críticas gubernamentales por haberse instalado en una actitud «negacionista», de «no» a todo, y de carecer de «sentido de Estado». Hacía una «oposición tóxica y de tierra quemada», destacan en el Gabinete. Ahora, confían en que con un nuevo liderazgo estén más cerca de llegar a pactos que hasta el momento se antojaban lejanos y de desbloquear cuestiones pendientes como la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).«Con Casado era imposible. Ahora ya no hay razones para seguir fuera de la Constitución», señalan fuentes gubernamentales.

Al tiempo que reconocen que un nuevo liderazgo podría revitalizar la relación con el principal partido de la oposición, también muestran sus recelos sobre la figura de Feijóo para recoger el testigo. Fuentes socialistas cuestionan abiertamente la imagen de «moderación» que se proyecta del líder gallego y aseguran que no ha entrado, precisamente, con una hoja de ruta «centrada», sino más bien «escorada a la derecha». A pesar de haberse rubricado el acuerdo antes de que asumiera las riendas del partido, en Ferraz hacen responsable a Feijóo de dar entrada a Vox en los gobiernos, en referencia al pacto en Castilla y León. Y ponen la mirada en lo que pase en Andalucía, la que, consideran, será la verdadera prueba de fuego para calibrar qué trayectoria ideológica quiere trazar.

Otras fuentes gubernamentales son, sin embargo, más benévolas con el nuevo líder, al que ven como un «buen rival», lo que les motiva a esforzarse más políticamente. «Tiene clara su hoja de ruta, tiene un proyecto de país», señalan, en contraposición a los bandazos de estrategia que han experimentado los populares durante la etapa de Casado. Una estrategia que desde el Gobierno llegaron a despreciar, calificándola de «ridícula». «La clave está en si consigue exportar el modelo de Galicia y logra morder a Vox», señalan en Moncloa, en referencia al principal desafío que tendrá que asumir: la futura coexistencia en el margen derecho del espectro ideológico y que, de conseguirlo, podría propiciar que arrebatase a Sánchez el poder. En Moncloa no ocultan que la llegada de Feijóo supone un reto para ellos, pero se encuentran a la expectativa sobre las maneras en que se desenvuelva, recordando que cometió «errores de bulto» durante la gira autonómica en la que acusó al Gobierno de «forrarse» con los impuestos. «Debe demostrar con hechos que efectivamente cree en el Estado y en la acción del Estado», zanjan desde el Gobierno.