Entrevista

Marimar Blanco: “Cada negociación con Bildu supone matar de nuevo a los nuestros”

“No perdonaré nunca al Gobierno que acercara al País Vasco a los asesinos de mi hermano, que están orgullosos de haberle matado, el mismo día del primer aniversario de la muerte de mi madre”

La conversación tiene lugar cuarenta y ocho horas antes del acto de Estado con el que se conmemorará el 25 aniversario del asesinato por parte de ETA del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco.

-¿Qué siente ante un día como el de mañana?

-Mucha tristeza porque el 10 de julio, hace 25 años, comenzaban las peores 48 horas de mi vida y de mi familia. Comenzaba la cuenta atrás en un reloj donde pasaban muy rápido los segundos para intentar salvar la vida de un joven, con tan solo 29 años, condenado a pena de muerte por la organización terrorista ETA. Pero también comenzaban las más importantes movilizaciones en toda España para intentar salvar su vida y salvar la dignidad de todo un país que estaba siendo sometido al chantaje totalitario de los terroristas. No pudimos salvar su vida, porque los terroristas hicieron lo que solo sabían hacer, acabar con la vida de inocentes, pero el grito de «libertad» dio comienzo al fin de ETA.

-¿Cómo cree que valoraría hoy su hermano el proceso por el que se ha consolidado el fin de la banda terrorista?

-Su valoración sería la que hacemos la mayoría de los demócratas: que hemos conseguido derrotar policialmente a ETA, pero que queda camino por recorrer para conseguir derrotar su proyecto político, que no consigan blanquear su historia de terror, que se haga justicia con las víctimas sin atajos ni beneficios, y que gane el relato de la verdad, sin mentiras ni equidistancias, donde quede bien claro que hubo asesinos y que hubo víctimas.

-¿Está diciendo que, como víctima, siente que la democracia española todavía tiene alguna deuda con ustedes?

-Claro que la democracia está en deuda todavía, queda mucho por hacer: deslegitimar el proyecto político por el que asesinaron a nuestros familiares, hacer justicia con las víctimas y, muy especialmente, con los más de 300 crímenes sin sentencia judicial. Hay que continuar trabajando por la dignidad de nuestros familiares, no puede ser que quienes se sienten orgullosos por los crímenes cometidos sean homenajeados en sus pueblos del País Vasco y Navarra como si fueran héroes, cuando son terroristas. Esto no es libertad de expresión, es una humillación insoportable. Y, por supuesto, la democracia nos debe el relato de lo ocurrido, basado en la verdad, donde quede bien claro que jamás ha existido un conflicto, las víctimas jamás quisieron formar parte de esta historia de terror, fueron los asesinos quienes les obligaron a formar parte de ella.

-Siempre se planteó la política de dispersión de etarras como una parte de la política antiterrorista. Con ETA disuelta, ¿por qué se opone a su revisión?

-La política de dispersión ha sido muy útil en la lucha contra el terrorismo y hoy día considero que continúa siendo muy importante. Yo estoy totalmente en contra del acercamiento de los terroristas, y muy especialmente si hablamos de terroristas con delitos de sangre o que no han mostrado ni el más mínimo arrepentimiento ni colaboración con la Justicia. No puede haber medidas de gracia con quienes sienten orgullo de su pasado. Nada les debemos, por lo tanto, no entiendo que este Gobierno les conceda tantos beneficios, como cada viernes nos recuerda desgraciadamente, acercando 5 presos a las cáceles del País Vasco.

-Entra dentro de la ley.

-Pero, si algo ha funcionado, ¿por qué cambiarlo?

-Funcionó para acabar con ETA.

-¿Qué han hecho ellos, los terroristas, para que el Gobierno contemple medidas de gracia hacia ellos? Absolutamente nada. Como ejemplo, los asesinos de mi hermano, que se sienten orgullosos de haberle secuestrado, torturado y asesinado, fueron beneficiados por el Gobierno el pasado 1 de abril de 2020, acercándolos al País Vasco. Y lo hicieron, precisamente, el mismo día que se cumplía el primer aniversario de la muerte de mi madre. Esto jamás lo olvidaré y jamás se lo perdonaré al Gobierno.

-¿Cuánto ha ayudado a la convivencia vasca el proceso de normalización política de Bildu, una vez que ETA entregó las armas?

-Bildu continúa imponiendo desde las instituciones su proyecto político totalitario. Siguen defendiendo lo mismo que hace 25 años, que nadie se engañe. Les sigue molestando que hoy día, en el País Vasco y Navarra, haya jóvenes que quieran defender desde la libertad sus ideas constitucionalistas, esto es algo que no pueden soportar. Y lo demuestran insultando y amenazando a jóvenes constitucionalistas o al propio hijo de Carlos Iturgaiz.

-¿Se siente respaldada por este Gobierno?

-Desgraciadamente, no.

-¿Por qué?

-Porque su política está centrada en blanquear a un partido que ni ha condenado el terror ni ha reconocido a las víctimas del terrorismo. Cada negociación con ellos supone volver a matar a nuestros familiares. La memoria se defiende y no se vende, tal y como está haciendo el Gobierno de forma continuada y simplemente por mantener el poder. No se puede poner alfombra roja a quienes serán legales, pero sienten orgullo de su pasado de violencia y asesinatos.

-¿Cuándo se acuerda más de su hermano? ¿En qué momentos le tiene todavía más presente?

-De mi hermano me acuerdo todos los días. No hay ni un solo día que no le eche de menos. Estábamos muy unidos. Los terroristas acabaron con su vida y a mí me arrebataron a una persona que necesitaba a mi lado. Me obligaron a tener que aprender a vivir con su ausencia y con el terrible dolor que me han dejado de por vida, porque los años calman, pero no curan.

-Hoy, ¿diría que mereció la pena el sacrificio de su hermano y de todas las demás víctimas de la banda terrorista?

-Quiero pensar que su sacrificio sirvió para fortalecer nuestro Estado de Derecho y nuestra libertad. Y, sobre todo, para derrotar al terrorismo. Pensar que su sacrificio no sirvió para nada es algo que no puedo soportar, pero, tristemente, hay momentos en que me hago esa dolorosa pregunta. Me pasa cada vez que veo a Bildu sacar pecho de los logros conseguidos o a los terroristas conseguir beneficios, y todo ello con el beneplácito de un Gobierno.

-Veinticinco años después, ¿se siente bien en el País Vasco?

-Me siento mejor, más segura y con más libertad, aunque no toda la que me gustaría, porque las víctimas seguimos siendo muy incómodas en muchos lugares del País Vasco.

-Al final participa en el acto de mañana. ¿Qué explicación le daba el alcalde de Ermua para negarle la palabra?

-Nadie podía entender que se pretendiera silenciar la voz de las víctimas. Es incomprensible que los familiares de la víctima no pudiéramos utilizar la palabra para rendir homenaje a su memoria. Finalmente, la voz de los inocentes se ha impuesto a los intereses partidistas. El alcalde no quería que hablara porque el acto iba a ser un homenaje a todas las víctimas, a las movilizaciones y a la unidad conseguida. Y me parece perfecto que se haga, pero todo esto tiene un origen, el secuestro y asesinato de mi hermano Miguel Ángel Blanco, por lo tanto es lógico que hable como familiar directo que soy. Es la primera vez en 25 años que alguien intenta vetarme en un acto donde se va a rendir un homenaje a mi hermano. Algo increíble e, insisto, incomprensible, tal y como me han hecho llegar muchísimos ciudadanos a quienes agradezco su apoyo en estos días.

-¿Usted no se sentía ya representada por las otras personas que van a intervenir en el homenaje de Estado de mañana, entre ellas, el presidente ,Pedro Sánchez, y el «lendakari», Íñigo Urkullu?

-Sólo me siento representada en ese acto por sus Majestades los Reyes de España, a quienes agradezco, veinticinco años después del asesinato de mi hermano, su presencia y, por supuesto, su compromiso constante y sincero con todas las víctimas del terrorismo. De hecho, quiero recordar que su primer acto como Reyes de España fue, precisamente, un encuentro con las asociaciones y fundaciones de Víctimas del Terrorismo.