De cara a 2023

Sánchez ultima la crisis de Gobierno

El presidente prevé enviar a ministros a liderar las listas de las municipales y las candidaturas a las primarias se presentan en diez días

Frente populismo
Frente populismoAlberto R. RoldánLa Razón

Tensión y nervios. El presidente del Gobierno ha comenzado, según ha podido saber este diario, a hacer movimientos de calado –después de los tanteos previos– para preparar una nueva remodelación de su Ejecutivo. La hoja de ruta del líder socialista, que preveía desplegar este mismo mes de septiembre, se vio ciertamente alterada el pasado julio cuando la salida de la entonces vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, obligó a adelantar los cambios ideados para la estructura del partido. Ambas reconfiguraciones –en Ferraz y Moncloa– estaban ligadas, porque había perfiles puente que tenían su encaje en la estructura gubernamental y viceversa.

Desde entonces, el presidente se ha mostrado deliberadamente ambiguo sobre sus planes. La declaración más certera la pronunció el pasado mes de junio cuando dijo sobre los posibles relevos: «Si los fuese a hacer, no lo diría y si le digo que no lo voy a hacer, no me creerían». Posteriormente, el 16 de agosto durante una visita a La Palma, fue mucho más taxativo en su negativa a impulsar una remodelación. «Este Gobierno es estable y va a durar hasta el final», atacando duramente a los medios, a quienes acusó de «intoxicar» con sus informaciones al respecto. Sin embargo, solo unas semanas después, el 1 de septiembre en una entrevista en la Ser, dejó abierta la puerta a enviar ministros a las elecciones municipales del próximo año.

Se trata de un escenario que contemplan en Moncloa y que ya ejecutaron con éxito en Cataluña, cuando presentaron como candidato al entonces titular de Sanidad, Salvador Illa, que ganó las elecciones a ERC, aunque no pudo tejer una mayoría suficiente para gobernar. Ahora, las fuentes consultadas dan por hecho que será precisamente su sucesora en el Ministerio, Carolina Darias, quien dará el salto a la contienda municipal para liderar la lista en Las Palmas de Gran Canaria. Otros ministros también han entrado en quinielas para abanderar las grandes plazas el 28-M (Valencia, Barcelona y Madrid), donde el PSOE necesita dar un vuelco para trasladar imagen de solvencia electoral de cara a las generales. «No damos por perdida ninguna ciudad. Salimos a por todas», dicen en el partido. Especial importancia se da a la capital de España, donde en Ferraz creen que, si «Almeida pierde el Ayuntamiento, podemos dar por enterrado el “efecto Feijóo”».

Para esta difícil empresa siempre se barajan nombres de ministros y en esta ocasión no es diferente. En el partido dudan entre la actual delegada del Gobierno, Mercedes González, que se ha ido diluyendo como candidata, o un fichaje estrella, que tradicionalmente tampoco han acabado de cuajar. El último fracaso fue el del ex seleccionador de baloncesto Pepu Hernández. En la terna entran ahora desde el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, hasta la de Justicia, Pilar Llop, pasando por la incombustible ministra de Defensa, Margarita Robles, pero ninguno ha demostrado emoción por asumir un encargo que consistirá, en esencia, en disputarse la hegemonía de la izquierda con Más Madrid y lograr una mayoría suficiente para descabalgar al PP del Palacio de Cibeles.

En todo caso, la salida de ministros se torna una excelente oportunidad para que Sánchez aparque un eventual retoque quirúrgico, sin dimensiones reales de remodelación, para abordar una reorganización estructural que resuelva las disfunciones que se han detectado de cara a 2023. Esto pasaría desde una reasignación de competencias de algunos ministros hasta un adelgazamiento de la mastodóntica estructura gubernamental. El vínculo entre los cambios en el Gobierno y las candidaturas del PSOE a las elecciones municipales hace que el calendario de primarias que el partido aprobó en el último Comité Federal del 23 de julio marque los tiempos de Sánchez, porque las candidaturas se deben presentar en apenas diez días, entre el 19 y el 20 de septiembre. Lo que le obliga a desvelar sus cartas.

No obstante, mañana, 10 de septiembre, vence el plazo para que la federación que lo requiera solicite a la Ejecutiva Federal el aplazamiento del citado calendario. Se deberán aducir «motivos políticos u orgánicos, en algún ámbito u institución concreta» para que no proceda su aplicación y se apruebe un retraso que daría un par de meses de margen, hasta noviembre. Si ninguna federación pide aplazar el proceso, la recogida y presentación de avales sería del 21 al 27 de septiembre y la proclamación de candidaturas el 28 de septiembre. Los candidatos desarrollarían la campaña entre el 29 de septiembre y el 8 de octubre y las primarias se celebrarían el 9 de octubre y el 16, si fuera necesaria una segunda vuelta.

Si, por el contrario, el calendario se retrasase a petición de alguna federación, el proceso se dilataría hasta el 21-22 de noviembre para desvelar las candidaturas. La presentación de avales sería del 23 al 29 de noviembre, la proclamación de las candidaturas un día después, el 30 de noviembre, y la campaña transcurriría entre el 1 y 10 de diciembre. De este modo, las primarias serían el 11 de diciembre y una semana después, si hubiera una segunda vuelta.

Cita territorial en Zaragoza

En la previa a la presentación de las candidaturas, Pedro Sánchez, se reunirá el próximo 17 de septiembre en Zaragoza con los presidentes autonómicos y secretarios generales del partido en el Consejo Político Federal para analizar el curso político ante el nuevo ciclo electoral. Como norma general, la celebración de primarias rige para candidaturas a presidir comunidades autónomas, cabildos insulares, consejos insulares, juntas generales y ayuntamientos de más de 20.000 habitantes. No tendrán que someterse a este proceso aquellos candidatos que formen parte o lideren gobiernos y que opten a la reelección, por lo que los actuales presidentes y alcaldes socialistas no se enfrentarán en este proceso interno.