Sesión de control
Sánchez alinea a PP y Vox con “los de arriba” y Gamarra insiste en que cambie de socios
El presidente asegura que el programa de Génova “es el programa de las energéticas” mientras los populares piden que asuman sus medidas de apoyo a la clase media
Primera sesión de control al Gobierno en el Congreso del nuevo curso político. El presidente se ha enfrentado a las interpelaciones de la oposición, desplegando el discurso que va a enarbolar en los próximos meses. Esto es, alineando al PP y Vox con los poderosos y situando a su Gabinete del lado de la “mayoría social” y de los más vulnerables. El debate y la votación de los nuevos gravámenes a la banca y las energéticas que se aprobó ayer en la Cámara, con el rechazo de los populares, se ha convertido en el argumento del Ejecutivo para asegurar que “el programa del PP es el programa de las energéticas”.
Así se lo ha espetado Pedro Sánchez a Cuca Gamarra durante su rifirrafe parlamentario de esta mañana en el que ha cuestionado que el principal partido de la oposición “esté realmente pensando en los españoles cuando votan en contra de las medidas que benefician a este país”. El presidente ha defendido “un reparto justo de los efectos de la guerra” y ha recriminado a los populares que ayer se opusieran a gravar los beneficios extraordinarios de la banca y las energéticas. Sánchez está cómodo en este debate y se le nota, después de que la Unión Europea transite la misma senda que España ha explorado e incluso liderado. ”Señora Gamarra, no sé por qué me riñe. Hace un batiburrillo y saca hasta la cumbre de la OTAN para no responder por qué votaron en contra de los gravámenes a la banca y las energéticas”, ha dicho.
Gamarra ha acusado a Sánchez de estar centrado únicamente en “resistir” con un Gobierno lleno de “contradicciones”, con los “socios equivocados” y “alejados de la gente”. La dirigente popular le ha pedido que abandone su estrategia contra el PP, cambie de socios y asuma algunas de las propuestas que le han hecho llegar para dar apoyo a la clase media y que pasan por bajar el IVA a los productos frescos (como carne o pescado), deflactar el IRPF o incentivar el ahorro de energía con bonificaciones. “Ahí están las clases medias”, ha afirmado.
El presidente reivindicó que “el poder es el de la mayoría social y es lo que va a hacer este gobierno, poner todas las instituciones al servicio de la mayoría”. En su rifirrafe con el líder de Vox, Santiago Abascal, que tejió un discurso negacionista sobre el cambio climático, Sánchez respondió que “hay dos crisis, a las que hay que poner remedio”, la crisis de precios y sus consecuencias derivadas de la guerra, y la crisis climática. Las soluciones deben ser complementarias. El jefe del Ejecutivo se cuestionó que Vox “realmente defienda España”, sino “otros intereses, los intereses de los de arriba”. “Claramente hay dos derechas, una que niega el cambio climático -Vox- y otra que no lo niega -PP-, pero que actúa como si no existiera”, ha dicho. “Este Gobierno va a seguir dando una respuesta a la crisis derivada de la guerra de Ucrania, una respuesta coherente con una crisis mayor que es la crisis climática”, ha zanjado Sánchez.
Abascal ha augurado que este “va a ser el invierno más duro para los españoles” y ha reclamado apostar por la soberanía energética de España para afrontar los problemas con la luz y el gas. ¿Cómo? Tal y como ha propuesto, apostando por la energía nuclear y reabriendo la central de Garoña y derogando la ley contra el cambio climático, que es un “suicidio” para los españoles”. “Los españoles se han empobrecido y eso ha pasado con usted en la Moncloa”, ha espetado a Sánchez. “Solucione su crisis democrática y legitimidad y pregunte si los españoles quieren consumir el gas de Putin o Argelia o consumir la energía de España”, ha afirmado, en un mensaje que también incluye la voluntad por impulsar la campaña “España decide” que va a lanzar Vox y que tiene como objetivo celebrar consultas para preguntar a los españoles por cuestiones sensibles, como la inmigración.
También Gabriel Rufián ha tenido críticas para el Gobierno, al que ha acusado de asumir medidas “rácanas y poco valientes”, recordando la reforma laboral, que ha recriminado que está generando más contratos indefinidos, pero también más a tiempo parcial han aumentado. También ha recriminado el estado del servicio de Cercanías en Cataluña, que colapsó recientemente una mañana y dejó durante minutos a la gente parada y ha ironizado sobre la bonificación al transporte público: “¿Sirve para entrar gratis al andén?”; o, el tope a la cesta de la compra, que considera que se está planteando mal porque no lo han hablado entre los miembros del propio ejecutivo. “Sirve para frustrar y decepcionar. La frustración es la gasolina de la derecha”, ha aseverado.
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