Terrorismo

El cabecilla etarra “Fitipaldi” vuelve a prisión

La Audiencia Nacional ha revocado el tercer grado que le concedió el Gobierno vasco

José María Arregi Erostarbe, "Fiti", en la imagen en 2007, es con sus 75 años el segundo preso de más edad de ETA
José María Arregi Erostarbe, "Fiti", en la imagen en 2007, es con sus 75 años el segundo preso de más edad de ETAJuanjo MartínAgencia EFE

El cabecilla etarra Joseba Arregi, “Fitipaldi”, ha tenido que regresar nuevamente a la cárcel de Martutene, una vez que el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional (haya estimado el recurso que la Fiscalía presentara el pasado marzo contra su tercer grado, según informa Etxerat.

Arregi quedó clasificado en tercer grado en febrero de 2022 por parte del Departamento de Justicia del Gobierno Vasco, previo informe favorable de la Junta de Tratamiento de Martutene.

La tramitación del recurso se ha prolongado durante ocho meses, hasta que “tristemente, el auto de la AN devueve al preso al segundo grado y le insta a volver a prisión, en lo que supone una muestra más del veto que la Audiencia Nacional está imponiendo a los derechos y al proceso de vuelta a casa de los presos y presas vascas”, se lamenta la organización del entorno proetarra.

Subrayan que “queremos manifestar nuestro rechazo e indignación por la crueldad con que se conculcan los derechos de este preso que estaría en la calle desde hace tiempo si se le aplicara la justicia ordinaria”.

Este individuo formaba parte del colectivo “Artapalo” --los otros componentes eran “Pakito” (Francisco Múgica) y “Txelis” (José Álvarez)--, detenidos el 29 de marzo de 1992 en Bidart, Francia, en una operación dirigida por el Servicio de Información de la Guardia Civil de Inchaurrondo, que mandaba el entonces teniente coronel Rodríguez Galindo.

Arregui intentó escapar del caserío al grito de “police, police” para tratar de engañar a los agentes del RAID (unidad de intervención) que rodeaban el lugar. Recibió un culatazo en la cabeza. Los otros, escondidos debajo de una escalera, fueron también arrestados. Antes, habían tratado de tirar por el inodoro los papeles con los planes para sembrar de bombas España durante los importantes acontecimientos que tuvieron lugar ese año. Un capitán de la Benemérita metió la mano en el water y los rescató. Y los atentados no se pudieron cometer ni “Fiti” entregar sus artefactos a alos asesinos.

“Fiti” era el encargado de suministrar los coches bomba a los “comandos” que operaban en España y que causaron la muerte de decenas de personas, incluidos niños.

Etxerat anuncia que “no conseguirán en ningún caso que miremos atrás. Lo queremos repetir una vez más. Joseba Arregi y el resto de presos y presas tienen derecho a volver a casa y hasta culmiar ese camino, seguiremos trabajando junto a la sociedad vasca. Nos sumamos a las movilizaciones qu ese convoquen por la libertad de Joseba Arregi”. Se desnoce si dichas movilizaciones serán prohíbidas al suponer, en principio, un enaltecimiento del etarra.