Polémica

Sánchez reivindica la Ley del “solo sí es sí” pero evita respaldar a Montero

El presidente se siente “plenamente confiado en el trabajo de fiscales, jueces” en su interpretación de la norma

El Gobierno cree que la polémica de la Ley del “solo sí es sí” comienza a remitir. Después del varapalo inicial y la alarma social que generó el goteo de rebajas de penas y excarcelaciones de agresores sexuales, la Fiscalía dio un primer balón de oxígeno al Ejecutivo con la instrucción que remitió para una interpretación más ajustada de la norma estrella de Igualdad.

Moncloa ha mantenido prietas las filas en los momentos más convulsos y, aunque en un principio la respuesta automática fue abrirse a revisar el contenido de la ley, posteriormente se optó por aguantar el chaparrón a la espera de que el Tribunal Supremo unifique doctrina. “Tenemos que aprender a esperar”, señalan en el Gabinete.

Pedro Sánchez ha mantenido durante estos días su apuesta por no tocar la ley, salvo que el dictamen del Supremo así lo requiera, reivindicando los avances de este Ejecutivo en políticas de igualdad y mostrando su confianza en la Justicia, frente a los ataques de sus socios de coalición. Hoy lo ha vuelto hacer, asegurando que se siente “plenamente confiado en el trabajo de fiscales, jueces” de este país.

Preguntado por la polémica que ha surgido en las últimas semanas por la rebaja de penas a violadores, Sánchez ha explicado que la norma debe “asentarse” tras su entrada en vigor a principios del mes de octubre y ha llamado a esperar a “la unificación doctrinal que se produce por parte del Tribunal Supremo”. En el Gobierno creen que seguirá los pasos que ya ha marcado el Ministerio Público.

“Hace dos días conocimos las instrucciones de la Fiscalía y creo que estamos yendo en el camino correcto”, ha declarado ante los medios en la rueda de prensa concedida junto al primer ministro de Rumania, Nicolae-Ionel Ciuca, y antes de señalar que se siente “orgulloso de la ley”.

“Estoy orgulloso de la ley y plenamente confiado del trabajo de los fiscales y también de los jueces y juezas en nuestro país. Y sin duda alguna, reivindico esta ley, como otras muchas que hemos aprobado en esta legislatura como conquistas feministas de un Gobierno que se declara a sí mismo feminista”, ha señalado el presidente del Gobierno.

En este sentido, ha apuntado que, en los tres años de legislatura del Gobierno de coalición, su “hoja de servicio en defensa y reconocimiento de los derechos de las mujeres” está “fuera de toda duda”. Sobre lo que sí ha dejado dudas el jefe del Ejecutivo es en su respaldo a Irene Montero. Sánchez ha evitado avalarla públicamente, a preguntas sobre este concreto aspecto.

En el Gobierno se ha impuesto un cierre de filas interno, pero no porque se respalde la estrategia que ha seguido Podemos, sobre la que se muestran críticos en el PSOE, sino porque cuestionar a la titular de Igualdad supondría abrir una nueva vía de agua. Sánchez no puede cesar a Montero, porque el ala de Podemos quedó fuera de su gestión en el pacto de coalición. Y si, en ejercicio estricto de sus atribuciones como presidente, decidiera cesarla, se expondría a una ruptura del Ejecutivo que abocaría al final de la legislatura.