Reforma

Ultimátum a Podemos para llegar a un pacto por la ley del «sí es sí»

Moncloa no ve en peligro la coalición, pero presentará esta semana su propuesta aunque sea sin su socio

El Gobierno confía en que la crisis desatada a causa de la reforma de la ley del «solo sí es sí» con Unidas Podemos no acabe en una ruptura de la coalición. Los morados, en las últimas horas, han forzado la cuerda hasta el final, llevando la relación entre ambos partidos hasta el límite, al amagar con no apoyar la Proposición de ley que presentarán los socialistas para corregir la ley.

Moncloa trabaja con el escenario de llegar a un acuerdo «in extremis» y prefiere hacerlo de la mano de sus socios y de los aliados parlamentarios que primando la alternativa del PP, que prestará sus votos si es para recuperar el Código Penal antiguo. Pero si ese acuerdo no llega, el Ejecutivo no dará más tiempo a Podemos que esta semana. En el Gobierno buscan cerrar cuanto antes la crisis abierta a causa de los efectos no deseados desde la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí.

Es un camino que en el Ejecutivo se lleva trabajando tiempo y para ello se han intensificado durante estos meses las negociaciones entre el Ministerio de Justicia y de Igualdad, para buscar una fórmula para acometer una reforma penológica que no revierta de cara a futuro las rebajas de pena a agresores sexuales. Pero, ante el desacuerdo entre los dos socios, en Moncloa avisan a Podemos de que presentarán esta semana su proposición de ley, según explican fuentes gubernamentales. Con este calendario, la semana que viene el Congreso podría calificar la proposición y llegar al Pleno para la semana del 14 de febrero.

Así la parte socialista del Ejecutivo apremia a cerrar un acuerdo en «esta semana» para reformar la ley, pero aunque son optimistas reconocen que las posiciones se encuentran muy distanciadas sobre cómo llevar a cabo la reforma. «Por nosotros no va a quedar», explican estas fuentes que reconocen que tras llevar más de dos meses trabajando con «discreción» se necesita albergar una «solución rápida» para frenar que nuevos agresores sexuales juzgados puedan acabar beneficiados por la ley en vigor.

Ante este aviso de los socialistas, el Ministerio Igualdad responde con la línea roja que llevan exigiendo desde el lunes. No volver al modelo anterior con el regreso de violencia e intimidación en el esquema penal, lo que –defienden– obligaría a las mujeres a demostrar que se han resistido para determinar la agresión sexual. En la cuota morada en el Gobierno comienzan a creer que los socialistas no quieren llegar a un acuerdo con ellos y denuncian que ya «han rechazado cuatro propuestas de Igualdad» con modificaciones en las penas. Lamentan que en Igualdad «han cedido por encima de sus posibilidades» y que aun así el PSOE no acepta sus propuestas. Así, en el entorno de Montero se señala que si no se mantiene como eje el consentimiento, votarán en contra de la Proposición de Ley. «Que lo saquen con el PP», zanjan. De hecho, en el Ministerio de Igualdad tenían «reservas» hacia alguna de las propuestas de rebajas de penas que ellos mismos propusieron, pero lo hicieron, dicen, con el objeto de «mantener la unidad de este gobierno».

En el Gobierno tratan de rebajar la tensión con los socios y subrayan que el consentimiento quedará intacto. La ministra portavoz del Gobierno aseguró que la complejidad se encuentra en «la solución técnica y no en la voluntad política» de ambas partes y en un intento de reconducir la discrepancia con Podemos insisten en que «el consentimiento no se va a tocar ni una coma». «No va a ser alterado en ningún caso», confirmó.

En medio de estas negociaciones la presión de ruptura de la coalición llega, sobre todo, desde fuera. El exlíder de Podemos planteó esta idea el lunes, a la que los morados daban credibilidad avisando del «alto coste» para Sánchez sí se reformaba la ley volviendo al Código Penal anterior. Ante esta prerrógativa, la vicepresidenta Yolanda Díaz fue la que con más ánimo defendió la continuidad del Ejecutivo. Aseguró que ella «siempre cuidará la coalición» y defendió a la ministra de Igualdad. Fue la que más optimista se mostró para llegar a un acuerdo en cuanto a la reforma del «solo sí es sí», aunque cerró filas con los morados para proteger el consentimiento.