Caos y apagón

Apagón y caos informático paralizan una Justicia ya colapsada

La excepción fue Madrid, donde no se suspendió ningún procedimiento de carácter urgente. El CGPJ se reúne otra vez para valorar si mantiene la prórroga de plazos

Juzgados de Plaza de Castilla
Juzgados de Plaza de CastillaEuropa Press

Como cualquier otro día hábil en los juzgados, la desaparición de la luz cogió a muchos abogados, jueces y fiscales en plena faena y los fallos informáticos dificultaron que siguieran con su trabajo.

La Dirección General de Transformación Digital de la Administración de Justicia confirmó que este pasado lunes y a lo largo de la jornada de ayer se registraron «anomalías» en el sistema Lexnet. Esta es la plataforma a través de la que los procuradores y profesionales de la abogacía reciben las notificaciones de las novedades de asuntos judiciales.

Los problemas tuvieron su origen en el apagón que dejó a la mayor parte del país sin suministro eléctrico durante 10 horas. Desde el Ministerio de Justicia apuntaron a estas como «causas externas», que no han permitido el «correcto funcionamiento» del programa angular que permite el trabajo en la Justicia.

Ante esta circunstancia, el departamento que dirige el ministro socialista Félix Bolaños expidió un justificante para que los abogados pudiesen reclamar una prórroga de los plazos de inminente vencimiento.

Los letrados tienen como margen el día de hoy para presentar el documento en cuestión en el órgano judicial que lleve su asunto para así activar la extensión de los plazos procesales.

Paralelamente, la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó a primera hora de ayer, «por razones de fuerza mayor», la suspensión de los plazos durante los dos últimos días y dejó en manos de cada tribunal suspender vistas o actos programados para este periodo.

En el seno del órgano de gobierno de los jueces aclararon que, en cualquier caso, «la inasistencia de abogados, partes o personas obligadas a comparecer se presumirá justificada».

Esta comisión del Poder Judicial se volverá a reunir hoy para valorar la «conveniencia» de ampliar esta moratoria de los tiempos en el sistema judicial «en función de las circunstancias», se entiende que de si hay una adecuada marcha del programa informático.

El Centro Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato mayoritario entre los profesionales de la Justicia, lamentó que ayer se viviese una «mañana perdida de trabajo»en las zonas que aún gestiona el ministerio (Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia, Ceuta, Melilla), así como en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.

Principalmente, apuntaron desde la agrupación de trabajadores, porque los softwares de gestión procesal del ministerio «no funcionaron», mientras que otros como el Siraj –el registro interno que señala, por ejemplo, si una persona tiene una orden de búsqueda– lo hicieron «con mucha dificultad».

Las complicaciones afectaron, asimismo, al punto neutro judicial (PNJ), que da acceso a bases de datos públicas y privadas; el sistema de firma electrónica de documentos Xolido, y hasta a Fortuny, la herramienta propia que utiliza la Fiscalía en su día a día.

La diferencia la marcó Madrid ya que, tal y como confirmaron desde el TSJM, no se suspendió ningún procedimiento de urgencia y fueron residuales los señalamientos que acabaron por quedar aplazados. En la Audiencia Provincial madrileña, ninguno.

Claves

►En juzgados de zonas como Galicia, las declaraciones se suspendieron al apagarse los dispositivos que registraban la comparecencias.

►El Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) convocó este lunes, tras el apagón, su comité de crisis y reclamó por escrito al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y al Ministerio de Justicia que declarasen la inhabilidad procesal.

►El Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo siguieron en acción gracias a tener un generador que mantuvo hasta el wifi.

►El lunes, en cambio, la Audiencia Nacional suspendió su actividad, que recuperó ayer con plena normalidad.