Fiscalía Anticorrupción
Suárez, Luzón, Romeral: se busca un «pacificador» para Anticorrupción
«Hay que venir con tranquilidad. No se pueden hacer los cambios en tres meses»
«Hay que venir con tranquilidad. No se pueden hacer los cambios en tres meses».
¿Y ahora qué? La renuncia de Manuel Moix devuelve a la jefatura de la Fiscalía Anticorrupción a la situación de interinidad que ya vivió entre octubre del pasado año, cuando dejó el cargo por jubilación el anterior fiscal jefe, Antonio Salinas, y el 24 de febrero, cuando Moix fue designado para el puesto. Como entonces, ahora llevará las riendas de la institución, de forma provisional, la «número 2» de Anticorrupción, la teniente fiscal Belén Suárez. Lo hará hasta que se designe al nuevo responsable de la fiscalía especializada, cuya identidad, según las fuentes consultadas, podría conocerse en la segunda quincena de julio.
Una vez se publique el cese de Moix en el BOE, se convocará de nuevo la plaza en el Boletín Oficial del Estado y los candidatos que opten a ella dispondrán de veinte días para postularse para el puesto, ahora más que nunca una «silla caliente». Porque la primera tarea que tendrá que afrontar el nuevo responsable de Anticorrupción será la de pacificar la institución, que ha vivido días convulsos en estos tres últimos meses.
«Queremos trabajar tranquilos. Moix ha venido con una serie de prejuicios que le han pasado factura», aseguran fuentes de Anticorrupción. «Quien venga tiene que hacerlo con tranquilidad. Los cambios no se hacen en tres meses. Tenemos la sensación de que nos han metido en un microondas estas últimas semanas», añaden esas mismas fuentes.
Con la lista de candidatos ya cerrada, la Inspección de la Fiscalía elaborará los informes de idoneidad sobre cada uno de ellos, que serán sometidos al criterio del Consejo Fiscal, que sin embargo no vincula al fiscal general del Estado. José Manuel Maza tendrá las manos libres para proponer al Gobierno al candidato que considere más idóneo para el puesto.
A cubrir la plaza de Salinas se presentaron, además de Moix, otros seis candidatos. Entre ellos la propia Belén Suárez, una de las fiscales del «caso Pujol», y cuya continuidad sería vista con buenos ojos por algunos de los fiscales que abiertamente se han enfrentado a Moix durante su efímero paso por Anticorrupción. «No tengo claro que vuelva a presentarse. Si yo fuera ella se lo desaconsejaría», asegura un fiscal de su entorno.
Quien parece contar con bastantes papeletas para salir elegido si vuelve a presentar su candidatura es Alejandro Luzón, teniente fiscal de la Secretaría Técnica y que ha llevado también los casos «Bankia» y «tarjetas black» de Caja Madrid. De hecho, fue el que consiguió más apoyos del Consejo Fiscal (4) tras Moix (6).
El fiscal de los «papeles de Bárcenas», Antonio Romeral, sólo consiguió un voto en ese Consejo Fiscal, pero es otro candidato que se baraja para sustituir a Moix. Entre los siete que se postularon para suceder a Salinas también figuraban Teresa Gálvez, fiscal del «caso Púnica» –que se opuso a la decisión de Anticorrupción de no investigar al ex presidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez–; Carlos Alba, ex teniente fiscal de Ciudad Real, y José Miguel Alonso, que llevó a juicio por el «caso SGAE» al cantante Ramoncín, que finalmente fue absuelto.
Los candidatos deben acumular al menos veinte años en la carrera fiscal, aunque el criterio de antigüedad no es determinante para la elección.
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