Entre llamada y llamada, Juan Antonio de la Morena, alcalde del madrileño municipio de Villamantilla, atiende a LA RAZÓN en el arranque de la campaña electoral. «La afrontamos con muchas ganas. Hace ya un mes y medio que empezamos a explicar el proyecto a los vecinos», explica. Nacido en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, se vino a España con tres años, en concreto a Villamantilla, de donde era su padre, y en este municipio ha sido concejal del PP durante 12 años, otros 12 como alcalde y ahora se presenta a la reelección.

«Cuando entré en la concejalía éramos 394 habitantes y ahora más de 1.500. Ha sido un cambio radical, muy positivo, porque nos ha permitido construir aulas para que nuestros niños no tengan que salir del municipio y puedan educarse aquí, en su entorno», describe. Lo del servicio público, dice, lo lleva en la sangre. «Desde pequeño siempre me gustó colaborar en actividades y ayudar a la gente. Empecé cooperando con el teniente alcalde y luego decidí presentarme», explica.

Su color de piel le diferencia de muchos de sus vecinos pero jamás ha sido un problema o un motivo de discriminación, al contrario, en su pueblo es muy querido. «Tengo mucha suerte de vivir en este lugar. Aquí nos quieren muchísimo. Tanto a mi madre como a mí. Imagina cuando ella llegó a este municipio en los años 70. Los vecinos la miraban pensando: ¡una mujer negra!, rememora. Eran otros tiempos. En la actualidad, Juan Antonio asegura que le cuidan «mucho». En su opinión, España no es un país racista aunque subraya que «hay gente complicada en todas partes, por desconocimiento. Si alguien es bueno, ves a la persona no su color de piel. Tenemos dentro clichés que no llevan a nada», asegura.

Al ser preguntado por si le gustaría dar el salto a la política nacional y convertirse en el «Obama español», el alcalde suelta un pequeña carcajada antes de contestar: «Mi intención no es hacer carrera fuera de mi municipio. Me gusta ser útil a mi pueblo», explica con orgullo. Al igual que en el resto del país, en Villamantilla han aumentado las opciones políticas. En su opinión se trata de aspiraciones «individualistas» más que servicio público. Cree que para realizar un buen trabajo necesita ganar con mayoría absoluta porque «los gobiernos minoritarios nunca van bien».

Para Villamantilla solo quiere lo mejor. Que los vecinos de toda la vida estén a gusto, que las nuevas urbanizaciones cuenten con servicios, que la gente esté unida y que, ante todo, no se pierdan las tradiciones de siempre. Sin ir más lejos, al finalizar esta entrevista, el regidor sale corriendo hacia un municipio cercano para participar en una feria y promocionar una de las joyas de su municipio, el garbanzo autóctono de Madrid. Si es reelegido, trabajará por el bienestar de todos y por «una línea directa de autobús a Madrid», concluye.