Terrorismo

"Careo" entre peritos en el juicio a dos españolas casadas con yihadistas repatriadas de Siria

Habrá una pericial caligráfica "conjunta" sobre la «carta de despedida» atribuida a una de ellas. El juicio empieza el 28 de abril

Yolanda Martínez y Luna Fernández, las dos españolas esposas de yihadistas repatriadas desde Siria
Yolanda Martínez (izda.) y Luna Fernández, las dos españolas esposas de yihadistas que fueron repatriadas desde SiriaRTVE

Yolanda Martínez Cobos y Luna Fernández se sentarán en el banquillo de la Audiencia Nacional a partir del próximo 28 de abril acusadas de terrorismo. Ambas se enfrentan a una petición de condena de seis años de prisión de la Fiscalía -dos más reclama la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT)- por su supuesta integración en Daesh. Casadas, respectivamente, con un integrante de un tribunal yihadista, Omar el Harchi el Fertakh, y un combatiente del Daesh, Mohamed el Amin Aabou (ya fallecido) según el Ministerio Público, se desplazaron junto a sus maridos a la zona de conflicto sirio-iraquí después de que, en 2014, el entonces líder de la organización terrorista, Abu Bakr al-Baghdadi, proclamara el pseudocalifato universal.

Permanecieron allí con sus hijos menores hasta que cayó el último reducto yihadista, la ciudad siria de Baguz, y fueron a parar al campo de acogida de Al Hawl, donde solicitaron se repatriadas a España. Según dijeron al juez, viajaron a Siria voluntariamente porque sus maridos encontraron allí trabajo, pero no se integraron en la organización terrorista y se limitaron a cuidar de sus hijos (cuatro en el caso de Yolanda, mientras su compañera tenía a su cargo a ocho menores, cuatro de ellos de los que había asumido su custodia tras morir sus padres en combate). La Fiscalía, sin embargo, sostiene que se desplazaron a Siria con la “plena voluntad” de formar parte de Daesh asumiendo el rol reservado para ellas en la tareas domésticas y la educación de sus hijos en una visión “radical y extremista” del islam.

Una vez en España, las dos madrileñas, en busca y captura internacional por terrorismo desde 2019, fueron detenidas y enviadas a prisión por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien incidió en que solo a los miembros de la organización terrorista Daesh les cedía una vivienda y les daba trabajo en la administración del pseudocalifato. Ambas no recuperaron la libertad hasta septiembre del año pasado.

"Juntas en el paraíso"

Dentro de poco más de un mes, entre el 28 y el 29 de abril según acordó la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, las dos mujeres serán juzgadas tras admitirse las pruebas propuestas por las acusaciones y las defensas de ambas. Una prueba cobra especial valor en el caso de Martínez Cobos: la pericial “caligráfica conjunta” en la que dos policías y un experto caligráfico expondrán al tribunal sus conclusiones contrapuestas sobre la autoría de la “carta de despedida” hallada en junio de 2014 durante el registro de la vivienda de Mohamed Khalouk, uno de los detenidos en la operación contra la “brigada al Andalus”, que los agentes atribuyen a Yolanda Martínez Cobos.

Las conclusiones del informe del perito caligráfico judicial Cástor Iglesias, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, son sin embargo bien distintas. En su análisis –que tendrá que contrastar con el de la Policía– concluye que Martínez Cobos «no es autora» del manuscrito ni de «la firma del mismo». Según los agentes, esa carta de despedida firmada por «Yolita» (su apodo, según la Policía) –en la que su autora afirma que quiere ser «una más en la batalla por el islam» y que «no hay mayor honor y deseo que morir en pie por Alá»– la escribió antes de desplazarse a la zona de conflicto. «Te quiero por Allah hermanita y le doy gracias a él por haberte tenido en mi vida –se despedía–. Que si Allah así lo quiere podamos estar juntas en el paraíso. No me olvides».

Informe caligráfico sobre la "carta de despedida" atribuida a Yolanda Martínez Cobos
Informe caligráfico sobre la "carta de despedida" atribuida a Yolanda Martínez CobosLa Razón

Ante las dudas suscitadas, Pedraz autorizó, a instancias de la defensa de la investigada, un examen caligráfico que comparase esa letra con el cuerpo de escritura que realizó en la Audiencia Nacional. El dictamen compara la grafía de uno y otro texto (ver imagen adjunta) y advierte una «divergencia» en los «gestos tipo» (bucles, tamaño y espacios, entre otros) que llevan a descartar al experto «la autoría de una sola mano escritural».

Iglesias aprecia que «las grafías difieren» y que la «caja escritural» también es distinta, observando «variaciones en casi todos sus caracteres». Además, añade, las firmas «discrepan en la idea de construcción» y en el trazado de sus elementos y arrojan «un dibujo gráfico distinto», apreciando además «gestos discordantes». Todo ello le lleva a rechazar que Martínez Cobos escribiese de su puño y letra la carta, una de las principales prueba de cargo contra ella.