'Caso Koldo'
Chivite admite "irregularidades administrativas" en la adjudicación de obras públicas a la empresa de Cerdán
La presidenta de Navarra comparece ante la comisión de investigación sobre la corrupción del Gobierno impulsada por el PP en el Senado
"Llego con la tranquilidad y la paz que te da el saber que no has cometido ninguna ilegalidad". La presidenta de Navarra, María Chivite, acudió este lunes al Senado para comparecer -a las once de la mañana- ante la comisión de investigación del caso Koldo y responder por los escándalos que vinculan al que fue su amigo, valedor y hombre fuerte del PSOE, Santos Cerdán, con adjudicaciones amañadas en su región.
El PP la citó, primero, porque dos de los grandes protagonistas de la trama de corrupción que salpica al Gobierno de Pedro Sánchez proceden de su tierra. Segundo, porque cada vez hay más indicios, a través de los sucesivos informes de la UCO, de que los trapicheos de los miembros de la trama con administraciones públicas empezaron en Navarra.
Concretamente, cuando este verano salió a la luz el informe que acabó con Cerdán en prisión, se desveló la existencia de una constructora: Servinabar, de la que el último secretario de Organización del PSOE tenía un 45% y que se benefició de contratos en Navarra, caso de los túneles de Belate. Pero hoy Chivite se ha desentendido de todo.
Nada más tomar la palabra, ha afirmado: "Vengo a defender la honorabilidad de mi Gobierno, de todos los consejeros y consejeras y, desde luego, también a mí frente a quienes pretenden manchar la imagen de Navarra con falsas acusaciones de corrupción".
No obstante, a lo largo del interrogatorio de los senadores ha reconocido "irregularidades administrativas" en las adjudicaciones a Servinabar, tal y como señaló la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción de su región. Un término del que se ha valido para negar cualquier "ilegalidad". Aun así, ha recalcado que ya se están introduciendo "mejoras" para evitar casos similares.
También ha admitido que Cerdán le acompañó a varias reuniones que ella mantuvo con ministerios para hablar de infraestructuras en Navarra y "conseguir financiación" para las obras de Belate, por ser "diputado" navarro. Misma razón por la que "despachaba con él" de forma frecuente. También, porque luego fue nombrado hombre fuerte de Ferraz. Aunque Chivite ha dado su palabra en varias ocasiones de que "nunca consultó con él" ninguna adjudicación que llevó a cabo su Gobierno.
Sobre la existencia de Servinabar, ha dicho que se enteró a la vez que la opinión pública. Y ha mostrado su "confianza política" hacia el que fue su número dos en el PSN, Ramon Alzórriz, cuya esposa trabajaba para la constructora. "No ha cometido ningún delito". En todo momento ha acusado al PP de montar un "circo romano" en la comisión, ha mostrado su "respeto al proceso judicial" y se ha mostrado tranquila por lo que pueda conocerse: "No tengo miedo de lo que pueda salir en audios".
De sus reuniones con el socio mayoritario de Servinabar, Antxon Alonso, ha admitido que no hay actas. Aunque la ley ley obliga a dar fe de las reuniones con licitadores. Sobre su relación con Koldo García Izaguirre, ha reconocido que tuvo "conversaciones" con él. Y de la polémica por la continuidad del presidente de la Mesa de Contratación de Navarra cuando tenía que jubilarse -su voto fue decisivo para la adjudicación de las obras a Servinabar-, la presidenta socialista ha soltado cabos. Su tesis es que había que impedir su marcha por la "falta de personal".