Navantia

Defensa invertirá 2.000 millones en la actualización de media vida de las fragatas F-100, para acercarlas a las F-110

La ministra de Defensa y el presidente de la Diputación de La Coruña se han reunido hoy en Madrid para analizar las inversiones de la Armada que se construirán en los astilleros de Navantia de Ferrol

La fragata ‘Álvaro de Bazán' realiza ejercicios con el Grupo de Combate del portaaviones ‘Enterprise'
La fragata ‘Álvaro de Bazán', la más moderna de la clase F-100larazon

El presidente de la Diputación de La Coruña, Valentín González Formoso, se ha reunido en Madrid con la ministra de Defensa, Margarita Robles, para llevar a cabo un seguimiento de las inversiones que se este ministerio está realizando en la provincia y, muy especialmente, en el sector naval, dada la importancia presencia de Navantia en el entorno de Ferrol. En este ámbito, el Gobierno tiene prevista la inversión de unos 7.000 millones de euros "en proyectos estratégicos para la Armada, que suponen un importante impulso económico y laboral para esta comarca y para los astilleros públicos, que concentran el 15% de todo el empleo industrial de la provincia", apuntó González Formoso.

Así, Formoso y Robles abordaron el avance del programa de las fragatas F-110, con un presupuesto inicial de 4.500 millones de euros programado durante una década, en lo que será "el proyecto de construcción de buques de guerra de mayor envergadura realizado por la Armada española en los últimos 50 años, que se despliega íntegramente en Ferrol y su comarca".

Catalogado como Programa Especial de Modernización, para la Armada, su importancia es capital, porque las cinco fragatas están llamadas a convertirse en la espina dorsal de la Flota junto con las fragatas F-100 clase Álvaro de Bazán.

A este respecto, otro de los temas que se han abordado es el programa de modernización de las fragatas F-100, que tiene presupuestados más de 2.000 millones de euros y supondrá un importante volumen de carga de trabajo para la comarca coruñesa.

Las cinco fragatas de la clase F-100, escoltas oceánicos de gran capacidad antiaérea, que entraron en servicio entre septiembre de 2002 y octubre de 2012, tienen previsto recibir una actualización de media vida que incluirá mejoras en sistemas de radar, integración de nuevas armas y actualizaciones en su capacidad de guerra electrónica. Estas mejoras asegurarán su competitividad operativa hasta la entrada en servicio de las F-110 Flight II.

La característica más importante de estos buques es el sistema de combate AEGIS, que incluye el radar multifunción SPY-1D, capaz de detectar amenazas en las difíciles condiciones ambientales características de las aguas costeras, y proporciona la potencia de fuego necesaria para combatidas. De hecho, fueron los primeros buques de guerra europeos con este sistema que puede detectar y seguir más de 90 blancos móviles y dirigir los proyectiles antiaéreos y de superficie.

Además, son los primeros buques españoles con el nuevo casco de protección balística de acero de alta resistencia. Completa su protección con motores montados sobre piezas elásticas, que no transmiten ruido al casco, por lo que son más difícilmente detectables por submarinos. Las F-100 están equipadas también con sistemas de contramedidas y guerra electrónica Indra Aldebaran, de diseño y fabricación española, y un sistema acústico antitorpedos AN/SLQ-25A Nixie.

Estos barcos llevan un helicóptero embarcado, el LAMPS Mk III, dotado de modernos sensores y armas que permiten la detección y, en su caso, el ataque a buques de superficie y submarinos por fuera del alcance de los equipos del buque.

Aunque aún no se ha definido presupuestariamente la actuación de modernización, sí que se conocen las principales medidas que se abordarán y que pasan, fundamentalmente, por mejorar su capacidad antiaérea y antimisil integrada, esta última actualmente inexistente. En este sentido, la Armada comprará un total de 120 misiles NSM Blk-1A a la empresa Kongsberg Defence & Aerospace (KDA) con el objetivo de dotar a las fragatas F-110 y a las F-100 de un nuevo misil anti buque a través de la Agencia NATO Support and Procurement Agency (NSPA). Esta decisión llega después de que el pasado año la compañía noruega KDA y Navantia firmaran una extensión de su Memorando de Entendimiento, inicialmente acordado en 2022, con el objetivo de añadir la colaboración conjunta en la integración del misil NSM (Naval Strike Missile) en los buques diseñados y construidos por Navantia.

En el caso de las F-100, los NSM sustituirán a los Harpoon que actualmente conforman su arsenal. Los misiles del fabricante noruego tienen menos alcance que los Harpoon, 185 kilómetros frente a los 278 de la variante RGM-84 Sub-Harpoon Block II que equipan las fragatas F-100, pero cuentan con otras capacidades en las que los superan.

La Armada también ha encargado a Indra a través de un acuerdo marco trabajos de revisión y puesta a punto de misiles Standard SM-2 block IIIA, IIIB y IIIC, y ESSM RIM-162 de las fragatas F-100, y los torpedos MK-46 Mod5A, utilizados tanto por las F-80 como por las F100. Podría incluso optarse por los SM-3.

De la mano de Indra también se podría trabajar en la mejora con el radar PRISMA-25X, o del sistema de sensores IRST i110 que desarrollan conjuntamente Indra y Grupo Oesía/Tecnobit. Como arma de tiro rápido para defensa frente amenazas asimétricas en la F-105 se instaló un montaje automatizado Mk. 38 con cañón de 25mm. Es probable que la modernización de las F-100 incluya los sistemas Sentinel, la familia de estaciones remotas navales de la firma española EM&E, que se caracterizan por su diseño modular y que pueden operar tanto de día como de noche y por estar giro estabilizadas en dos ejes.

En función del modelo elegido, integran capacidades de vigilancia, observación y tracking automático de objetivos. Cabría también la posibilidad de que las F-100 incluyan, para solventar sus carencias por la falta de sistema de defensa de punto antimisil, de la tecnología que EM&E está desarrollando en este sentido. Por supuesto, la defensa ante misiles balísticos e hipersónicos será uno de los ejes de la actualización, que permitirá extender la operatividad de estos buques al menos hasta mediados de la década de 2040, acercando las F-100 a la configuración delas futuras F-110.

Otro de los aspectos que probablemente se incluya en esta modernización de media vida es actualizar la electrónica y los sistemas de proceso asociados al radar multifuncional SPY-1D para que se acerque a las funcionalidades del radar SPY-7 que tendrán las futuras fragatas F-110 y que ya están siendo probadas.

Impulso a la construcción del nuevo BAC

Estos proyectos se complementarán próximamente con la construcción en Navantia del nuevo buque de aprovisionamiento en combate (BAC), que tiene un coste previsto de 440 millones de euros, destinado a proporcionar apoyo logístico y operativo a las fuerzas navales, aunque también puede operar en operaciones no bélicas como las de ayuda humanitaria.

Formoso pidió a la ministra acelerar el orden de ejecución del buque, que supondrá una carga de trabajo de tres millones de horas en los astilleros ferrolanos y unos 1.800 empleos, entre puestos directos e indirectos.

El presidente de la Diputación destacó que estos compromisos del Gobierno benefician no solo al empleo directo en Navantia sino a la industria auxiliar que se sitúa en municipios como Narón y a las empresas suministradoras.