Defensa

El Gobierno da un impulso decisivo al futuro caza de combate europeo, el FCAS, con una inversión que supera los 700 millones de euros

Este gasto irá destinado al desarrollo de sus sistemas clave, un proyecto que coordinará la empresa de defensa Indra en España

Recreación del futuro avión de combate del FCAS
Recreación del futuro avión de combate del FCASFCAS

La fecha está marcada en rojo en el calendario será el 30 de noviembre de 2031. Ese es el día en que España, junto a sus socios, debe haber completado una de las fases más decisivas del futuro sistema aéreo de combate (FCAS), un programa llamado a redefinir la defensa europea durante las próximas décadas. El Gobierno ha establecido un calendario de trabajo inflexible, sin posibilidad de prórroga, para asegurar que el proyecto avanza a buen ritmo y cumple con los exigentes plazos acordados a nivel continental.

Para cumplir con esta meta, el Ejecutivo ha desbloqueado una inversión que supera los 700 millones de euros. Este desembolso se materializa a través de dos contratos clave que servirán para financiar las distintas vertientes del programa. Se trata de una inyección económica que garantiza la participación española en el desarrollo de la tecnología militar más puntera del continente y consolida su compromiso con los aliados.

En este complejo engranaje, la empresa Indra ha sido designada para jugar un papel fundamental como la coordinadora nacional del proyecto. Su misión será la de articular y dirigir la contribución de todo el tejido industrial español, asegurando que las capacidades tecnológicas del país se integran de forma eficiente en el programa. La idea, tal y como han publicado en Defensa.com, es maximizar no solo el retorno económico, sino también el conocimiento que se genere en territorio nacional.

Un puzle tecnológico compartido con Francia y Alemania

El programa FCAS no es una iniciativa exclusivamente española. Es un esfuerzo conjunto y trilateral, en el que España trabaja codo con codo con Alemania y Francia para crear un sistema de defensa interoperable y preparado para los desafíos de seguridad del futuro. La colaboración es la piedra angular de todo el proyecto. Este esfuerzo conjunto se ve reforzado por el hecho de que Alemania quiere volver a ser una potencia militar, lo que subraya la importancia estratégica del programa para los países miembros.

La mayor parte de la inversión aprobada, un total de 540 millones de euros, irá destinada al desarrollo de los demostradores del Sistema de Armas de Nueva Generación (NGWS), que constituye el corazón tecnológico del programa. Esta partida es crucial, pues de ella depende la viabilidad de los componentes más innovadores que integrarán el futuro caza de combate y los sistemas que lo acompañarán.

Por otro lado, a esa cifra se suma un segundo contrato de 160 millones de euros, reservado para financiar los trabajos de desarrollo conceptual a nivel exclusivamente nacional. Con esta doble vía de financiación, el Gobierno busca no solo participar activamente en el proyecto europeo, sino también reforzar la posición estratégica de España en la vanguardia de la industria aeroespacial y de defensa de Europa.