
Industria
A pesar de los bombardeos rusos, Ucrania resiste: su industria quiere aumentar un 50 % la producción de armas
Kiev intensifica su apuesta por la producción nacional de armamento, buscando la autonomía en plena contienda y ante las dudas sobre el apoyo exterior

El nuevo ejecutivo en Ucrania, cuya aprobación se espera para este jueves, se ha marcado como meta prioritaria una expansión notable de la producción armamentística nacional. El objetivo es ambicioso: cubrir la mitad de las necesidades de armamento del país en apenas seis meses, en su esfuerzo por repeler la invasión rusa.
El presidente Volodímir Zelenski ha detallado que, actualmente, el sector de defensa ucraniano ya fabrica casi el cuarenta por ciento del armamento que emplean sus fuerzas. Esta iniciativa cobra especial relevancia ante la creciente incertidumbre sobre la cantidad y celeridad de los envíos de armas procedentes de las naciones occidentales.
Kiev aspira a incrementar su capacidad de fuego para, según el propio mandatario, "llevar la guerra de vuelta al territorio ruso, de donde vino". La necesidad de equipar adecuadamente a las fuerzas armadas ucranianas es apremiante, mientras Rusia avanza con su ofensiva estival y lanza cientos de drones y misiles contra ciudades ucranianas.
Impulso a la industria de defensa nacional
El nuevo gobierno ucraniano tiene la misión de alcanzar un nivel donde el cincuenta por ciento del armamento sea de fabricación nacional en sus primeros seis meses de gestión, según ha declarado el presidente Zelenski y recoge el medio especializado Defense News. Esta estrategia pretende reducir la dependencia de la ayuda externa, que en los últimos tiempos ha mostrado altibajos, en especial por parte de Estados Unidos.
El mandatario ucraniano expresó en un mensaje nocturno la importancia de este paso que quiere dar el nuevo ejecutivo. Subrayó que es fundamental desarrollar una mayor capacidad para trasladar el conflicto nuevamente al suelo ruso, considerándolo una respuesta directa al origen de la contienda.
Esta política de autosuficiencia se considera un paso crucial para sostener el esfuerzo bélico a largo plazo. La fabricación interna no solo asegura el suministro, sino que también permite adaptar el material a las necesidades específicas del frente, optimizando recursos y tiempos de respuesta.
El incierto apoyo occidental y la ofensiva con drones
Mientras tanto, persiste la incertidumbre sobre cuándo llegarán a Ucrania las prometidas armas de fabricación estadounidense, especialmente los sistemas de misiles Patriot, esenciales para unas defensas aéreas ucranianas bajo presión. El presidente estadounidense Donald Trump acordó el envío de este armamento, pero su coste será sufragado por países europeos.
Mark Rutte, jefe de la OTAN, indicó en Washington que la alianza coordina el apoyo militar con fondos aportados por sus aliados en Europa y Canadá. Destacó los compromisos de Alemania, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Noruega, el Reino Unido, los Países Bajos y Canadá, esperando que otros se sumen a esta iniciativa.
En paralelo, Ucrania ha desarrollado drones de largo alcance propios, los cuales emplea para llevar a cabo ataques en profundidad dentro del territorio ruso. Estos vehículos no tripulados representan una capacidad ofensiva clave para Kiev.
El Ministerio de Defensa ruso informó que sus defensas aéreas interceptaron ciento veintidós drones ucranianos durante la noche. Esta oleada de ataques provocó la interrupción temporal de vuelos en los aeropuertos de Moscú y San Petersburgo, aunque la mayoría de los drones fueron neutralizados en las regiones fronterizas de Briansk y Kursk.
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