Congreso

La tensión entre los socios del Gobierno se dispara en el último Pleno del curso

ERC y Podemos se declaran la guerra tras la crítica de Ione Belarra a la cesión de las competencias migratorias para Cataluña.

Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Comparece el líder de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso, Gabriel Rufian.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en el Congreso de los Diputados.Alberto R. Roldán La Razón

El Congreso de los Diputados celebró este martes el último Pleno del curso parlamentario. Sus señorías se marcharon por la tarde de vacaciones pero, hablando en términos educativos, se han dejado una asignatura pendiente para septiembre: la de la unidad de los socios a la izquierda del PSOE.

En el Pleno de este lunes se disparó la tensión que hay entre los distintos partidos, propiciada por la sensación de que a la legislatura no le queda demasiado tiempo y que en cualquier momento puede haber elecciones. Todos son conscientes de que hay que reorganizar el espacio y de que una división grande podría marcar la diferencia entre que gobierne o no la derecha. Sin embargo, nadie parece dispuesto a ceder en sus aspiraciones.

Podemos anunció desde el lunes que votaría en contra de la convalidación del llamado real decreto anti-apagones. Hizo que su aprobación quedara en manos del PP, que no acudió al rescate del Gobierno, y su postura soliviantó al resto de socios.

Distintas fuentes parlamentarias coinciden en que está resultando muy difícil entender la actitud de Podemos, en una negatividad absoluta, dando por roto su apoyo al Gobierno y confrontando con los demás. Algunos lo enmarcan en un intento de erigirse como guardianes de las esencias frente a otros partidos más posibilistas, pero les cuesta creer que de verdad prefieren que la legislatura acabe más pronto que tarde. Ni siquiera el PSOE cree que Podemos quiera elecciones ya.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, escenificó este malestar a la perfección cuando dijo que respetaba la decisión de Podemos, pero que "el no a todo" era un "mal negocio". También se afeó la posición de los morados desde Bildu y desde Sumar, cuya portavoz acusó a Podemos de actuar de manera "profundamente partidista".

Guerra ERC-Podemos

A pesar de esa fragmentación, Gabriel Rufián está apostando en las últimas semanas por la idea de aunar el espacio a la izquierda del PSOE desde la periferia. Es decir, que sean las izquierdas independentistas o nacionalistas (ERC, Bildu, BNG, Compromís...) las que lideren ese espacio para el próximo ciclo.

Este martes, Rufián abogó por crear un espacio "plurinacional de verdad, no creado desde el despacho de una universidad de Madrid, con antenas rotas respecto a lo que significan Euskadi y Cataluña" y habló de que las fuerzas tenían que "sumar, pero sumar de verdad".

En su mensaje lanzaba un claro dardo tanto a Podemos como a Yolanda Díaz, a pesar de que para ese proyecto tendría que contar con ellos irremediablemente. Sin embargo, fuentes de Bildu reconocían que veían difícil que algo así salga adelante, aunque ya explotaron esa fórmula para las elecciones europeas.

Desde Podemos, directamente, no consideran que ERC quiera contar con ellos. Lo dicen por la ofensiva nada disimulada que los independentistas están llevando a cabo desde el pasado fin de semana contra ellos.

El detonante de este conflicto fue una entrevista a Ione Belarra, en la que criticó la cesión de competencias migratorias a Cataluña. Belarra dijo que si no se derogaba la Ley de Extranjería, los Mossos d'Esquadra pasarían a desempeñar las mismas labores "racistas" que ahora, según su opinión, están en manos de la Policía Nacional.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, acusó por redes sociales a Podemos de estar copiando el discurso de Albert Rivera e Inés Arrimadas, a lo que Pablo Iglesias respondió que "ni tus nuevos socios del PSOE fueron a verte a la cárcel. Nosotros sí".

Lejos de destensar, Junqueras volvió a contestar: "Yo era un preso político y al cabo de poco tú eras vicepresidente de un gobierno presidido por el PSOE. Las cosas cambian, a veces a mejor y a veces a peor. Y que empecéis a sonar como Ciudadanos me parece un cambio a peor".

Según fuentes de ERC, el ala más moderada del partido intentó frenar la escalada entre Junqueras e Iglesias.

Pero no solo no lo consiguió, sino que escaló aún más. Pilar Rahola, que fue diputada de ERC, dijo que la afirmación de Belarra es "propia de una hija de puta" y Vilaweb, un medio de comunicación cercano al independentismo, cargó las tintas elaborando una recopilación de actitudes "españolistas" en las que Podemos había caído en el pasado. Todo este ambiente, especialmente el comentario de Junqueras, ha sentado muy mal en Podemos y miembros de su partido descartan cualquier tipo de acercamiento a ERC.