Terrorismo
"Recuperar Al Andalus (España) a sangre y fuego"
Era el propósito de una red yihadista desmantelada por la Policía Nacional
“Derramar sangre para recuperar Al Andalus (España) y restaurar el Califato”. Era el objetivo principal de una red yihadista desarticulada por la Comisaría General de Información y que era dirigida por un autoproclamado “El Califa”, que adoctrinaba a los demás. Han sido detenidos cuatro individuos, tres de los cuales han ingresado en prisión.
Resulta llamativo el nivel de fanatización de estos individuos para los cuales la historia de la Península Ibérica comienza en el 711, cuando los almorávides invaden Hispania, donde, por lo visto, anates no había nad a, quizás algunos individuos dispersos sin cultura (los romanos no habían pasado por aquí, claro) y, para colmo, en 1492 unos Reyes, denominados Católicos, los mandaron, entre lágrimas cobardes, al otro lado del estrecho. Los terroristas, según su interpretación, tienen todo el derecho a recuperar a sangre y fuego lo que es suyo. Ah, los de El Cid, una película de ficción de los “gringos”.
Parece broma, pero no lo es. Son las ideas que les meten en la cabeza a estos individuos que, afortunadamente, son detectados por las Fuerzas de Seguridad. En este caso la CGI, y llevados ante la Justicia.
Las detenciones se han producido en las localidades de Huetor-Tajar (Granada), Cubelles (Barcelona) y Madrid. Se les imputa auto adoctrinamiento con propósito terrorista; adoctrinamiento a terceros y enaltecimiento del terrorismo. Los investigadores han constatado que estos individuos, enlazados a través de grupos cerrados de redes sociales, habían sufrido un proceso de radicalización.
La operación, que se ha desarrollado de forma conjunta entre la Comisaría General de Información y las Brigadas Provinciales de Información de Granada, Barcelona y Madrid, ha sido coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 5. A nivel internacional, ha contado con el apoyo de la Agencia EUROPOL.
La investigación se inició en el año 2022, cuando los expertos en la lucha contra el terrorismo detectaron al denominado “Califa”, el cual era creador y administrador de varios grupos en los que trataba de adoctrinar a jóvenes en el credo yihadista. Dinamizaba a sus seguidores y creaba grupos privados a los que invitaba de mayor confianza y en los que hablaban abiertamente de la causa terrorista.
El seguimiento de estos grupos permitió la identificación de otros miembros del mismo, todos ellos jóvenes, los cuales estaban interconectados entre sí, aunque no se conocían físicamente. Dos de ellos, estrecharon sus lazos y se casaron previa autorización del líder del grupo y convivieron en el mismo domicilio.
Esta nueva relación supuso un punto de inflexión en la investigación, ya que se detectó que ambos aumentaban exponencialmente su nivel de radicalización, grababan vídeos en los que reclamaban “derramar sangre para recuperar Al Andalus y restaurar el Califato”.
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