El desafío de los cobardes

El mundo de Batasuna, desde antes incluso de tener cargos electos en los Ayuntamientos, empezó a crecerse avalado por la sentencia del Tribunal Constitucional que le permitía presentarse, contradiciendo así al Supremo que los consideraba testaferros de ETA.

Los ejemplos se viven a diario en los municipios del País Vasco y Navarra. Durante la propia campaña electoral de las municipales y también antes de la toma de posesión de los concejales he vivido varios hechos en Elorrio. Entonces se difundieron pasquines firmados por Bildu, en los que nos amenazaban e insultaban al más puro estilo de HB para impedir que finalmente les desbancase de la alcaldía del municipio. También he tenido que ver cómo colocaban la publicidad de Bildu en la fachada del Ayuntamiento sustituyendo el lugar que ocupaban las fotografías de los presos de ETA.

En la toma de posesión del Ayuntamiento de Elorrio, toda España pudo presenciar cómo, perfectamente organizados y coordinados, acosaron a los concejales mediante insultos, abucheos, zarandeos, escupitajos y todo tipo de presiones por parte de la gente de Bildu que, con nombres y apellidos, son los mismos de Batasuna que han apoyado y apoyan a ETA y a sus presos.

Los violentos que han sostenido su poder en el miedo han resurgido con los mismos medios y métodos. Ese miedo lo siguen manteniendo marcando su territorio, empapelando las calles de los municipios con carteles de presos de ETA y pintadas en las que siguen ilustrando la diana para marcar, todo ello defendido y protegido por sus representantes en las instituciones: los concejales de Bildu.

No han cambiado. Han seguido la extorsión encubierta con la recaudación de fondos para los presos de la banda terrorista, mediante el reparto de cartas en los comercios de Elorrio, Zarauz, Bilbao, Durango. Los homenajes a etarras ensalzándoles como héroes se siguen sucediendo siempre secundados por los cargos de Bildu y Sortu. El último motivo de celebración que ha encontrado este mundo etarra ha sido la legalización de su recién creada organización juvenil: Ernai; heredera de Jarrai, Haika y Segi. Han retomado los mismos medios que sus predecesores mediante el rebrote de la kale borroka. Ahora se organizan como barreras humanas tratando de impedir que se detenga a terroristas. Así sucedió en San Sebastián donde mediante una sentada trataron de impedir hasta en dos ocasiones que la ertzaintza detuviera a miembros de Segi condenados por el Supremo. Así han estado varios días intentado impedir que detuvieran a la etarra Urtza Alkorta, que finalmente fue detenida ayer. Y es que la propia página web de estas nuevas juventudes proetarras ha sido clausurada en los últimos días por orden de la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo al llevar a cabo uno más de los homenajes al jefe de ETA fallecido «Thierry» y que ha puesto de manifiesto como campan a sus anchas, creyéndose impunes, cuando la realidad es que los demócratas esperamos y deseamos que paguen ante la Justicia por cometer este tipo de actitudes delictivas, aunque su envalentonamiento les hace considerar que están dentro de la normalidad. Éstas son sólo algunas de todas las pruebas y evidencias suficientes que existen para que recaiga sobre este mundo todo el peso de la Ley que han superado y rebasado hace ya mucho tiempo, aunque los magistrados del TC tengan o bien una «paciencia infinita» o unas directrices inadmisibles en un Estado de Derecho.