La salud del Rey
El Gobierno garantiza al Rey que no abordará ahora la ley de la sucesión
Su Majestad el Rey Don Juan Carlos mantiene sus despachos de trabajo y las audiencias habituales con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La última se ha celebrado esta misma semana, y en este marco de normalidad institucional el Rey y Rajoy han analizado las consecuencias de la nueva operación de cadera a la que tendrá que someterse el Monarca. Rajoy ha garantizado a Don Juan Carlos el apoyo de su Gobierno a mantener la estabilidad institucional y la «normalidad» durante el periodo de su convalecencia.
El Ejecutivo se ha puesto al servicio del Rey para que marque la «hoja de ruta» en todos los sentidos. En Moncloa admiten que la posibilidad, que se ha manejado, de que el Rey fuera operado en Estados Unidos generaba «inquietud» porque esa salida al extranjero hubiera «engordado» una sensación de vacío más grande que en el caso de que la operación se realizase, como así va a ser finalmente, en Madrid. En un contexto tan delicado como el actual, es más necesario que nunca reducir el margen para las especulaciones, sentencian en Moncloa. Añadiendo que esa decisión hubiese generado, además, malestar por el lugar en el que dejaba a la Sanidad pública española.
«No hay vacíos de poder»
Desde el Gobierno sostienen que la nueva operación de cadera de Don Juan Carlos no afecta para nada a su papel al frente de la Jefatura del Estado. «En este contexto político y con Cataluña en la situación en la que está, no conviene abrir frentes innecesarios y el Rey no está en estos momentos meditando la posibilidad de abdicar», sentencian en el entorno del presidente. Cuando el Rey esté de baja después de la operación, el Príncipe asumirá el papel de representación, sin las funciones de Jefe del Estado, como ya ha hecho en otras ocasiones.
El Gobierno echa balones fuera cuando se le pregunta por la pendiente ley orgánica de la Corona, por la regulación de la figura del Príncipe o por la Sucesión. Pero esto no quiere decir que el Ejecutivo no valore esos escenarios y esté preparado para el camino que marque la Casa Real, pero, en estos momentos, Moncloa insiste en la «normalidad institucional», en que «no hay vacíos de poder» y en que el Rey mantiene «sus plenas facultades» para seguir ejerciendo sus funciones como Jefe del Estado.
También destacan desde el entorno del presidente del Gobierno que Don Juan Carlos sigue haciendo «su trabajo de despacho» y las gestiones que le corresponden en su papel constitucional «en defensa del interés nacional», tanto en clave interna como internacional. Por eso, Moncloa quita trascendencia al hecho de que Don Juan Carlos no pueda participar en la próxima Cumbre Iberoamericana. «El trabajo se está haciendo y el Rey está ayudando. Como siempre lo ha hecho», añaden esas mismas fuentes.
La representación española en la cita de Panamá –que se celebrará los próximos días 18 y 19 de octubre– recaerá por tanto en el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, «pero detrás estarán Don Juan Carlos y sus lazos fundamentales con los países hermanos iberoamericanos».
«El Rey no piensa en él»
El alcance de la convalecencia tras la operación quirúrgica lleva a pensar que el parón de Su Majestad el Rey durante ese tiempo, entre ocho semanas y seis meses, según los cálculos facultativos, será casi absoluto. Pero incluso así, Moncloa recalca que nuestro marco constitucional no deja lugar a posibles vacíos y que el Jefe del Estado puede seguir cumpliendo con sus responsabilidades, aunque temporalmente Don Juan Carlos no tenga presencia en determinados actos públicos.
En ese sentido, el Gobierno apunta a determinadas voces que desde Cataluña, sin ir más lejos, no han perdido el tiempo en exigir la abdicación del Rey aprovechando sus problemas de salud. «Algunos quieren parapetarse tras la salud del Rey para alimentar su debate sobre un cambio en la estructura de la Jefatura del Estado y propiciar una inestabilidad que les facilite su camino hacia la independencia», aseguran. «El Rey no está pensando en él, sino en España. Y sabe mejor que nadie que los cambios es mejor hacerlos cuando las aguas están calmadas», apostilla un alto cargo del Ejecutivo de Rajoy.
LOS CAMBIOS LEGALES PENDIENTES
SOBRE EL PRÍNCIPE
El artículo 57,2 de la Constitución constata el papel de heredero del Príncipe de Asturias como sucesor de la Corona, pero la Carta Magna no regula, ni siquiera de forma somera, las funciones que corresponden al Príncipe heredero. Sólo recoge el juramento que ha de prestar ante las Cortes al cumplir la mayoría de edad.
SOBRE LA ABDICACIÓN
El artículo 57,5 de la Constitución establece que «las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica». Una normativa que, a día de hoy, sigue estando pendiente y que debería resolver cualquier vacío legal sobre la abdicación del Rey.
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