El desafío independentista

El Gobierno insiste en que los catalanes voten para dar salida al «procés»

Batet apuesta por un «acuerdo político» ante la Comisión Bilateral de esta semana

La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, y la consellera de la Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi, tras el encuentro mantenido la pasada semana en Madrid. EFE/ Generalitat
La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, y la consellera de la Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi, tras el encuentro mantenido la pasada semana en Madrid. EFE/ Generalitatlarazon

El Gobierno de Pedro Sánchez sigue insistiendo en que es preciso que los catalanes voten para dar una salida al proceso separatista. Con el objetivo de desescalar la tensión con el Govern y con la voluntad de marcar perfil propio y desmarcarse de la línea que había mantenido el anterior ejecutivo presidido por Mariano Rajoy –al que acusan de «inmovilista»–, los socialistas no han cesado de exhibir iniciativa desde que llegaron a la Moncloa. Su última oferta es que los catalanes voten un «acuerdo político» que obtenga un consenso del 80 por ciento de la sociedad catalana, como mínimo.

Así lo afirmó ayer en una entrevista a «La Vanguardia» la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, a 72 horas de que se celebre la Comisión Bilateral en Barcelona, que ella liderará en representación del Estado. Batet, sin embargo, evitó dar contenido a este «acuerdo», aunque rechazó que pueda pasar por un referéndum de autodeterminación, que considera que no tiene cabida en el marco constitucional.

El ministro en la sombra y líder del PSC, Miquel Iceta, en cambio, sí que se adentró ayer en el terreno de lo concreto y abogó por una reforma simultánea del Estatut y de la Constitución. A su parecer, la modificación de la norma principal del ordenamiento jurídico catalán debe obtener «encaje» en la Carta Magna, lo que obliga a hacer una «reforma paralela» de ambas leyes. En este caso, en una entrevista con «Europa Press», Iceta habló de «ensanchar» el Estatuto, mientras que Sánchez se había referido hasta ahora a recuperar parte del articulado que había sido anulado en 2010 por el Tribunal Constitucional.

No obstante, estos planteamientos están todavía lejos de satisfacer a los independentistas, que rechazan día tras día cualquier reforma estatutaria y apuestan por un nuevo referéndum, aunque acordado y efectivo. Así lo reclamaron ayer el diputado de JxCat y uno de los principales impulsores de la Crida Nacional por la República, Jordi Sánchez, y el portavoz en el Congreso de ERC, Joan Tardà. En este sentido, Tardà planteó a las fuerzas secesionistas y soberanistas acudir de nuevo al Congreso a pedir el referéndum como en 2014 –fueron ERC, Convergència e ICV–, pero advirtió que si el Gobierno vuelve a negar una consulta acordada, el independentismo volverá a recurrir a la vía de la desobediencia.

El separatismo tendrá el miércoles una nueva oportunidad para exigir el referéndum en la Comisión Bilateral, donde se abordará el derecho de autodeterminación y la situación de los presos, pero el Gobierno se remitirá a la Ley y a la separación de poderes para sortear ambas cuestiones. Más allá de este punto, en el encuentro, al que acudirá el conseller de Exteriores y Relaciones Institucionales, Ernest Maragall, como máximo representante de la Generalitat, se abordarán otros aspectos como las infraestructuras, la educación, el traspaso de competencias o la recuperación de todas las leyes sociales que han sido suspendidas por el TC previo recurso del Gobierno. Asimismo, se crearán grupos de trabajo que permitan avanzar en acuerdos concretos.